Guapa, sencilla, buena hija y esposa, solidaria y excelente profesional. Beyoncé Giselle Knowles, nacida un 4 de septiembre de 1981 en la localidad de Houston (Texas, EEUU), no sólo ha triunfado como intérprete sino que, además, compone, baila, desfila como modelo y hasta ha interpretado aplaudidos papeles en el mundo del cine (dentro de películas como Dreamgirls -que le supuso una nominación al Globo de Oro- o La pantera rosa). Una brillante carrera que comenzó en el coro de la Iglesia Metodista Unida de San Juan donde fue bautizada y a la que, en el momento que pudo, ayudó con colaboraciones económicas que permitieron la construcción de un gran centro para rehabilitación de jóvenes.

Con dicho currículum no extraña que, la cadena americana TNT, la acabe de nombrar 'artista del mes', título que se suma a una larga lista de menciones entre las que figuran, por ejemplo, la venta de más de 60 millones de discos con el que era su grupo, Destiny´s child, que formó junto a Kelly Rowland y Michelle Williams. Eso por no citar el haberse convertido en la primera mujer afroamericana en recibir el premio 'Compositor del año de su país o el ocupar el primer puesto de las listas de éxitos, semana tras semana, cada vez que se produce el lanzamiento de un nuevo álbum.

De vacaciones en la actualidad en Italia, la cantante ha sido noticia porque, según parece, se encontraba jugando en una moto acuática con su marido, el rapero Jay-Z, cuando cayó al mar y tuvo que ser rescatada por un guardacostas. Un mero susto que no ha impedido el que siga disfrutando de estos días en Portofino (Génova) donde ha aprovechado para visitar la zona, probar los platos típicos y pasear por las calles de una exclusiva ciudad encantada con la presencia de la estrella. Casada en abril de 2008, la suya es una historia de amor que crece por segundos y que ha hallado el compañero perfecto en otra figura de la música la cual, para celebrar el cumpleaños de su amada, ha preparado una sorpresa tan deseada por ella como es un yate, valorado en cuatro millones de dólares, que ambos encontraron en Monte Carlo.

Acostumbrados a alquilar veleros, así podrán disponer de un vehículo propio que nuestra protagonista podrá aprender a manejar y donde, estamos seguros, darán más rienda suelta aún a ese amor del que presumen en cada esquina. Y es que, a esta pareja nada le falta pues, a su estabilidad sentimental, se une el hecho de que, cada uno en su terreno, están considerados los referentes más influyentes del 2010 acumulando fortunas, en el caso concreto de él, superiores a los 63 millones de dólares. Una cantidad que, aunque es más que suficiente para permitirse lujos como el mencionado velero, no refuerza la idea de tener descendientes en este matrimonio pues, según ha declarado Beyoncé en diversas ocasiones, la cuestión de los hijos no entra en sus planes.

Por lo pronto, la que es considerada una de las mujeres más sexys del mundo, sólo se plantea seguir avanzando en una carrera que le ha dado grandes satisfacciones… y también algún disgusto pues, recientemente, ha tenido que salir al paso de unos rumores que afirmaban que su padre, mánager suyo, había dejado de serlo. Una afirmación que enseguida encontró respuesta a través de un comunicado donde se afirmaba que "Contrario a lo establecido en la red, Beyoncé y su representante, Mathew Knowles, han tenido y tendrán un contacto cercano tanto laboral como personalmente. Mathew Knowles es el único y exclusivo agente de Beyoncé", concluía el claro y contundente escrito. Una raya en el agua de una felicidad plena y, hasta ahora, inquebrantable.