Pasarela

La Casa Real estrena una nueva Letizia

Indudablemente, Letizia está de estreno. Primero fueron los nuevos retratos oficiales, con su polémica correspondiente, y ahora su radical cambio de actitud. La Princesa de Asturias ha aprovechado la entrega del "castizo"-como ella misma lo ha definido-Garbanzo de Plata para dejar ver su otro yo; un lado de su personalidad, oculto hasta la fecha, más bromista, desenfadado, cercano y dicharachero. Y, claro está, éste también tiene su miga. ¿Este cambio de registro tiene que ver con un intento de lavado de imagen de la Casa Real? Polémica, habladurías, una verdad... Letizia es noticia.

La relación con la familia de su marido, sobre todo con sus cuñadas, está en el punto de mira desde hace semanas. Muchos son los que afirman que la Princesa y las infantas no se llevan demasiado bien, y esto tendría que ver con la popularidad, que sube como la espuma, de doña Letizia. Su éxito, cada vez mayor, podría estar creando ciertos recelos en doña Cristina y doña Elena; a lo que hay que añadir el 'distanciamiento' que algunos medios aseguran tienen sus hijas, Leonor y Sofía, con el resto de sus primos.

Doña Letizia es celosa de su intimidad y reservada pero esa actitud parece estar cambiando. En los últimos días, se ha dejado ver mucho más cercana y bromista. La entrega del Garbanzo de Plata corrobora esta afirmación. En la misma, la Princesa presidió el cincuenta aniversario de la cofradía del mismo nombre entre antiguos colegas de profesión. Quizás por ello, y tras reivindicar su vocación se servir a los españoles con responsabilidad, charló y bromeó con el resto de los asistentes al acto como una más.

Lejos de sus diversos compromisos institucionales, doña Letizia derrochó buen humor en un distendido almuerzo, donde improvisó algunas palabras refiriéndose a la ilusión que le hace recibir este galardón. Además, confesó el 'pique' existente en la Familia Real, pues ella era la única que aún no tenía este reconocimiento, comentando entre risas que ahora el 'pique' lo tendrá don Felipe, pues a él le entregaron el Garbanzo de Plata en una recepción en la Zarzuela y no con el tradicional cocido madrileño que ella tomó durante la comida. También contó que el día de su boda, hace seis años, preguntó al Príncipe "¿Me darán el Garbanzo de Plata?", cuando salían de la Almudena, lo que hizo reír al resto de los asistentes.

Como obsequio, le regalaron un abanico del dibujante Antonio Mingote pintado por él mismo. La Princesa no dudó en abrirlo y echarse un poco de aire en la cara con una gran sonrisa ante los periodistas.

Desenvuelta en los idiomas, en los actos en solitario, su buen estilismo, su dedicación al trabajo y ahora esta nueva actitud mucho más cercana hacen de doña Letizia una princesa, sin duda, de bandera.

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