Nunca ha ocultado su alergia al compromiso y, aún más, al matrimonio, yElisabetta no iba a ser una excepción. George Clooney es el soltero por antonomasia y todo apunta a que lo seguirá siendo por los siglos de los siglos, y es que si esta italiana de rompe y rasga no ha conseguido llevar al huerto al hollywodiense, ¿quién lo podrá hacer? Lo que está claro es que por mucho empeño que la chica ha puesto en conquistar y, lo más complicado, mantener a su lado al dandi de las cafeteras no lo ha tenido nada fácil. Nunca se puede cantar victoria, y es que la cabra siempre tira al monte.

Varios años de amor, sobre los que incluso planeaban rumores de una posible boda. Pero nada más lejos de la realidad.  Desde luego, el actor fue bastante claro cuando gritó a los cuatro vientos: "nunca volveré a casarme", tras divorciarse de la actriz Talia Balsam en 1993. Desde entonces su decisión ha sido inamovible. Y pretendientas no le han faltado. A una larga lista de conquistas, romances y amigas varias se suma algún que otro noviazgo más o menos estable, como el que mantuvo con la estrella de la televisión británica Lisa Snowdon, con la que estuvo media década, o la propia Elisabetta, con la que ha compartido dos años de su vida.

Este soltero de oro, sobre todo desde que hace unas semanas cumpliera los 50, es uno de los casaderos más perseguidos. Su indiscutible atractivo, popularidad, fortuna y madurez le hacen irresistible para mujeres de todo el mundo. Quizás por ello quien consigue conquistarlo acaba agobiándolo. Éste puede ser el caso de la italiana, de la que siempre se ha comentado es bastante posesiva y celosa. Él, por su parte, reconoce que es un auténtico desastre con las féminas, además de muy exigente con las chicas que lo acompañan. "Una noche nos vamos a la cama pensando que hemos encontrado al amor de nuestra vida y a la mañana siguiente nos levantamos al lado de una persona a la que le huele mal el aliento", dijo a una revista italiana en una ocasión. Con lo divina que es Canalis es improbable que éste haya sido el detonante de su historia de amor con el gentleman de la meca del cine. ¿Qué habrá pasado?  Ellos piden respeto, pero la polémica está servida.