La batalla judicial que enfrenta desde hace meses a Eugenia Martínez de Irujo con Fran Rivera por la custodia de la hija de ambos, Cayetana, podría estar lista para sentencia. Ayer el periodista Juan Luis Galiacho contaba en el portal de internet Extraconfidencial que la hija de la duquesa de Alba se habría quedado con la guardia y custodia de su hija, de 13 años. Aunque poco después Fran Rivera desmentía la noticia en su cuenta de Twitter. Durante el juicio, con todo, parece haberse inclinado bastante la balanza hacia la pequeña de los Alba.

Pese a saltar la noticia en la mañana de ayer de que había ya una sentencia en firme, y favorable a Eugenia, la abogada de ésta, Cristina Peña, señalaba más tarde que no le consta ninguna comunicación. En esta misma línea se pronunció en las redes sociales el padre de la niña: "Gracias a todos. Lo único es que la noticia de la que ya tenemos sentencia es falsa. Muy mal periodista el que la ha dado sin contrastar", comentaba.

El procedimiento judicial, llevado a cabo en los Juzgados madrileños de Francisco Gervás, parece haber destapado la caja de los truenos entre la ex pareja. Y es que testigos del tenso encuentro entre Eugenia y Fran confirman que en la sala los litigantes dejaron a un lado el juego limpio y relataron oscuros episodios habidos en su vida en común. Los letrados llevaron al límite a Francisco y Eugenia, provocando situaciones de máxima tensión en las que ambos "se dijeron barbaridades y utilizaron todo tipo de argucias".

Mientras la hija de la duquesa de Alba ha centrado su defensa en la inestabilidad sentimental del ex torero, Francisco ha tratado de demostrar la inestabilidad emocional y psicológica de su ex mujer.

Por su parte, la duquesa de Montoro mantiene que la mano de quien dirige esta cuestión es la nueva pareja de Francisco, Lourdes Montes, a quien acusa de inducir y asesorar legalmente a su ex marido para conseguir la custodia.

Una de las partes que más ha sufrido este desagradable proceso ha sido la duquesa de Alba, que veía enfrentados a su hija predilecta Eugenia, a su nieta que adora, y a su hasta entonces querídisimo yerno. Al enterarse de la demanda, la Duquesa se posicionó del lado de su hija y vio en Fran a un traidor.

Aunque fue la propia Cayetana Rivera quien reconoció su deseo eventual de irse a vivir con su padre, el Extraconfidencial relata que finalmente acabó admitiendo ante el juez que su deseo es permanecer junto a su madre. Según este sitio web, el dato que ha hecho al Tribunal inclinarse por la madre, es que Francisco Rivera no ha cumplido como debía con el régimen de visitas estipulado para ver a su hija. A fin de cuentas, un proceso tan doloroso como éste abre heridas y no puede beneficiar a nadie.