Pasarela

Duelo de titanes sobre la pasarela

  • Tres de los nombres más destacados del sector, Dal Bat, Fernando Claro y Antonio García, presentan sus colecciones en una interesante jornada de 'Andalucía de Moda'

Por hecho se daba que, tratándose de quienes se trataba, el espectáculo, la calidad, incluso la sorpresa, estaban garantizados. Y es que, si en Andalucía hay tres firmas veteranas que arriesgan, aportan y rompen fronteras, ésas -sin que el resto se ofendan- son las que mostraban su trabajo para la próxima primavera-verano 2010 sobre la pasarela que este certamen ha montado en el sevillano Monasterio de San Clemente. Allí, a las cuatro y media de la tarde, Dal Bat -nombre tras el que se encuentra la creadora Pilar Torrecillas- desplegó un amplio conjunto de ideas que, articuladas en base a una filosofía punible y actual llamada Dreamworks, oscilaron entre algunas minifaldas y petos vaqueros acompañadas de blusas blancas con chaquetas doradas de punto y unos sesenteros y ochenteros modelos finales confeccionados en tejidos de lentejuelas multicolores que aportaban una gran espectacularidad al resultado. Entre unos y otros, leggins, pequeños trajes tipo Chanel con terminaciones despuntadas, faldas globo y combinaciones de negro y malva que, por sus líneas suaves y favorecedores tejidos vaporosos y transparencias, fueron muy celebradas.

 Turno entonces para la que, sin duda, va a ser de las mejores colecciones del certamen que nos ocupa: Je ne suis pas d´ici... (Yo no soy de aquí), de Fernando Claro. Un título que se tornaba en una declaración de intenciones, pues la obra del sevillano posee todos los mimbres para ser contemplada con satisfacción desde cualquier rincón del planeta. Diseños-joya que partían de una insuperable confección y de una materia prima en la que destacaban el raso de seda, los tules, las telas metálicas teñidas a mano y hasta el papel. Imposibles juegos de volúmenes en mangas o vuelos logrados a base de ballenas de metal y tutús se sucedieron junto a chaquetas con mangas abullonadas (sostenido todo ello por unos espléndidos zapatos negros de tacones plateados que aportaban el toque de distinción final a una labor digna de ser muy apoyada y promocionada dentro y fuera de nuestra tierra).

Igual que le sucede a Antonio García, otro de los titanes  de la jornada que, en esta ocasión, reflexionó sobre la actitud y la aptitud de la mujer en Attitude and aptitude, concepto en torno al que giraron líneas depuradas y sencillas que, recordando al famoso menos es más, construyeron estampas en las que no faltaron camisas de organza con lazos, amplios pantalones negros de lentejuelas, toreritas con mangas de tul rosa, vestidos al cuerpo con solapas transparentes en el cuello o vestidos beige que tornasolaban hacia los rosados de los tutús que se les superponían. Eso sin olvidar, como detalle, la utilización del símbolo de la pajarita bajo el que García ha englobado un esfuerzo que se vio recompensado con el cariñoso aplauso del público. Amor con amor se paga.

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