Pasarela

Estupendos

  • De Elvis Presley a Imanol Arias, el tupé nació en los años 50 como un acto de rebeldía y a día de hoy sigue siendo tendencia.

El pelazo marca estilo. De Elvis Presley y James Dean hasta Jon Kortajarena, Justin Bieber e incluso Imanol Arias. El de este último muy de actualidad, por cierto. El voluminoso peinado que el protagonista de Cuéntame lució durante las campanadas de La 1 en la pasada Nochevieja causó tanto furor que incluso cuenta a día de hoy con un grupo de amigos en Facebook. Al actor no le sentaron nada bien algunos de los comentarios que inundaron las redes sociales durante las uvas y días posteriores. Unos decían que se había convertido en el alter ego del Puma y otros que le había peinado el mismísimo peluquero de Jesús Hermida. Pero la realidad es que, sin nadie esperarlo, acabó eclipsando a la propia Igartiburu. No obstante, si analizamos el peinado de Imanol desde otra óptica, desde la de las tendencias, nos damos cuenta de que su peluquero ese día se inspiró -sí, igual más de la cuenta- en el último grito en peinado masculino. Y es que, guste más o menos, el cardado está de moda entre los hombres. Nunca ha dejado de estarlo, en realidad.

Si hablamos de míticos tupés se nos vienen a la cabeza un buen puñado, aunque es Elvis su máximo exponente. Este peinado, en el que el flequillo se echa hacia atrás con la ayuda de laca o gomina, nació en los años 50 como una especie de acto de rebeldía pero a día de hoy sigue siendo una tendencia palpable. Durante años, se relacionó con la cultura del rock and roll y no fue hasta los 80 cuando empezó a popularizarse entre muchos de los actores y cantantes del momento. Como olvidar a ese Sean Penn cuando era novio de Madonna. Mucho antes, otras tantas estrellas confiaron en el tupé para triunfar. James Dean es uno de ellos. O John Travolta como Danny Zuko en Grease (1977), ambientada en los años cincuenta estadounidenses, que se convirtió en todo un referente de estilo. Y lo seguirá siendo. Lo mismo ocurre con Patrick Swayze en Dirty Dancing, ésta de una década más tarde, aunque en este caso más que el tupé lo que llamaba la atención era los golpes de melena que daba el protagonista.

Con el paso de los años el tupé se ha reinventado en multitud de ocasiones pero nunca ha dejado de estar a la moda. Incluso ha servido de fuente inspiración para crear diferentes dibujitos animados como Tintín, Lucky Luke o Titeuf, éste más actual, pero de reconocido tupé rubio platino a nivel mundial. También es un look propio de superhéroes como Superman.

En la actualidad, resulta curioso que la mayor parte de los hombres más deseados del planeta rinden homenaje a este peinado que revolucionó el mundo de la peluquería a mediados del siglo XX. El modelo internacional Jon Kortajarena o el actor Robert Pattinson tienen dos de los tupés más aclamados del mundo. También lo ha llevado la estrella juvenil Justin Bieber y hasta David Beckham, el hombre de los mil peinados; aunque éste se rumoreó que se lo puso para disimular un poco las entradas propias de la edad. El tupé de Bruno Mars es ya su seña de identidad y hasta Rodolfo Chikilicuatre tuvo el valor de cantar su famoso Baila el chiki-chiki delante de toda Europa en 2008 con un cardado de vértigo. Brad Pitt, aunque por exigencias del guión, Cristiano Ronaldo, David Bustamante... La lista de los amantes de este peinado es interminable. Hasta en Andalucía tenemos nuestro particular tupé, el de Manu Sánchez.

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