Jorge Javier Vázquez | Presentador

“Podría vivir perfectamente sin la tele. No me gustaría cumplir más años ahí”

  • Conocido por su trabajo en 'Sálvame' o 'Gran Hermano', el teatro ha supuesto para él "un balón de oxígeno" después de alcanzar un éxito profesional y una fama difíciles de asumir.

Jorge Javier, en una de las fotos de promoción de la gira por toda España de su musical.

Jorge Javier, en una de las fotos de promoción de la gira por toda España de su musical. / D.M.

"Ya sé que no me conocéis y que nunca habéis oído hablar de mí... así que voy a aprovechar esta oportunidad para ir con frecuencia a mi archivo mental y vaciar la papelera en este blog en un intento de no colapsar mi ordenador personal, ya de por sí siempre lleno de ideas sin salida". Jorge Javier Vázquez se define a sí mismo perfectamente en la primera entrada de su blog en la web de Lecturas. Es un presentador-guión-personaje televisivo denostado y querido a partes iguales. Nadie le conoce, pero todo el mundo le conoce. Su relación de amor-odio con la popularidad la ha extrapolado al medio al que tanto le debe, y tanto le ha arrebatado: la televisión. Sobre las tablas de un escenario representando y cantando sus Grandes éxitos, obra que mañana desembarca en el Cartuja Center de Sevilla, se siente libre y más auténtico que nunca.

Un momento de la comedia musical con Jorge Javier. Un momento de la comedia musical con Jorge Javier.

Un momento de la comedia musical con Jorge Javier.

-La trama de su comedia musical Grandes éxitos se basa en un personaje que se llama como usted, también presentador y en la enemistad con una cantante amiga suya que acudió a su programa de televisión. ¿Es un cameo?

-No. Juan Carlos Rubio (el director) presenta una versión exagerada de mí. Es un presentador, sí; con mi nombre, también. Pero no tiene nada que ver conmigo.

-Además, usted y el resto del elenco interpretan canciones muy conocidas. ¿Cuáles?

-No me gusta desvelar los títulos, prefiero que sea una sorpresa. Sí puedo decir que son temas de toda la vida, conocidos por todos, canciones que el espectador va a cantar con nosotros seguro. Los hacemos en directo y llevamos a cuatro músicos excelentes, lo que añade un plus importante al espectáculo. La gente sale del teatro cantando y bailando.

"Si hiciera ‘churros’ nadie iría a un teatro a verme. La gente paga por pasárselo bien"

Vázquez, con el director de la obra, Juan Carlos Rubio, y la coprotagonista, Inés León (quien encarna a Blanca del Bosque). Vázquez, con el director de la obra, Juan Carlos Rubio, y la coprotagonista, Inés León (quien encarna a Blanca del Bosque).

Vázquez, con el director de la obra, Juan Carlos Rubio, y la coprotagonista, Inés León (quien encarna a Blanca del Bosque).

-El musical está de moda. ¿Por eso decidió embarcarse en otro?

-Bueno, di el salto al teatro con Miguel de Molina al desnudo, que no tiene nada que ver. Nunca había pensado que pisaría un escenario. Fue una alegría en mi vida. No tenía el suficiente valor hasta que llegó Juan Carlos Rubio y me lo propuso. Supongo que viendo que tenía éxito hice después Iba en serio, dirigida también por Juan Carlos Rubio y en ésa es en la que debuté como cantante. No me he fijado tanto en que sea otro musical, creo que me embarqué en Grandes éxitos por la calidad del espectáculo y la confianza que me da el director. Si hubiera hecho churros antes, nadie hubiera ido a vernos. Lo importante es que a los espectadores les guste, y que se corra la voz de que la obra vale la pena ir a verla.

-Algunos pueden pensar que van a verle porque es famoso, el presentador de Sálvame, de Gran Hermano, de Superviviventes, todos ellos formatos con audiencias estelares.

-Lógico. Yo me refiero a la sensación cuando salen del teatro. Si el espectáculo no ha estado a la altura, supongo que defraudaría y acabaría siendo un fiasco. La gente no es tonta; quiere pagar por pasárselo bien, y eso es lo que ha ocurrido en las obras que he participado hasta ahora.

-¿De dónde le viene su afición a la música?

-Siempre me ha gustado la música pero en mi entorno no había nadie dedicado a ella. Me hubiera gustado estudiar algo relacionado con la música, pero cuando yo era niño no se estilaba eso; no he conocido a nadie que estudiara en un Conservatorio, por ejemplo. Ahora los niños, si quieren, pueden estudiar canto o tocar algún instrumento; esto me parece estupendo, una oportunidad maravillosa si en el futuro se quieren dedicar profesionalmente a este mundo. Pero, ya le digo, cuando yo era niño, ni se me pasó por la cabeza.

-Usted estudió Filología Hispánica y empezó a trabajar en la revista Pronto en 1995. Luego dio el salto a la televisión con Ana Rosa Quintana, entre otras colaboraciones. ¿Cómo fue su primer contacto con el medio?

-Yo llegué a Madrid con 25 años para trabajar en Pronto. Este empleo me permitía vivir muy cómodamente sin perder mi anonimato. Fue una época de conocimiento de Madrid muy interesante (risas). Cuando empecé con Ana Rosa tampoco es que la gente me parara tanto; como mucho decían ‘mira, ése sale en la tele’, pero ya está. El boom llegó con Aquí hay tomate.

-Un boom en todos los sentidos. Revolucionaron los programas del corazón del momento.

-Sí, profesionalmente la tele me lo ha dado todo. Pero personalmente ha sido diferente. Hasta entonces gozaba de una popularidad muy llevadera, pero trabajar en un programa que arrasó diariamente durante cinco años me complicó la existencia. Salir empezó a dejar de ser divertido. No había noche que no volviera a casa disgustado.

"La cercanía de la televisión es apabullante y crea una familiaridad difícil de sobrellevar"

-¿Es muy tirana la tele?

-A ver, no quiero ser uno de esos presentadores resentidos o amargados. La tele me ha dado muchas cosas y me lo sigo pasando muy bien en ella. Lo duro es la fama que acarrea. La cercanía del medio es tan apabullante que provoca que se creen unos lazos de familiaridad que a veces son complicados de sobrellevar.

-¿Se ve en ella dentro de cinco años?

-Uuuf, yo no hago planes ya más allá del fin de semana (risas), y el domingo lo que sé es que estaré en Sevilla (más risas). Sólo sé que podría vivir perfectamente sin la televisión y, la verdad, no me gustaría cumplir más años en el medio. Reitero que es un medio que me lo ha dado todo, la posibilidad de elegir trabajo, que no es poco hoy en día. Le debo mucho. Pero me gustaría dedicarme siempre al teatro. Es mi balón de oxígeno.

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