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007 Licencia para gustar

  • Los actores que han encarnado a Jame Bond han marcado tendencias en sus épocas. Desde el peluquín de Sean Connery a los trajes impecables de Daniel Craig.

Es un hombre frío, inteligente, eficaz, extremadamente observador y audaz. Pero si algo caracteriza a James Bond, el personaje ficticio más famoso de todos los tiempos, es su elegancia y su saber estar. Y su increíble atractivo para atraer a las mujeres más bellas que uno pueda imaginarse. Seis actores han puesto rostro en el cine a lo largo de los años al personaje creado por el escritor inglés Ian Fleming en 1952, año en que se publicó la primera novela sobre este agente secreto. Algunos, como Sean Connery, el primer James Bond, han marcado para siempre las pautas a seguir. Otros, como George Lazenby, apenas son recordados. Aunque el estilismo de Bond también ha evolucionado y se ha ido adaptando al paso del tiempo.

El escocés Sir Thomas Sean Connery señaló a sus sucesores en la pantalla el camino a seguir para meterse en la piel del agente con licencia para matar. El esmóquin y la pajarita eran la seña de identidad, en los años 60, de un hombre varonil, impecable en el vestir y que rezumaba glamour por los cuatro costados. Una lástima que las depiladas cejas de Connery -que también lució en otras películas de esos años- restaran masculinidad a un James pelín machista, posesivo y arrogante con las mujeres, siguiendo la tendencia de la época.

Con aires también de gentleman pero a años luz en cuanto a sexy, Lazenby tiene el dudoso honor de ser uno de los Bond menos conocidos. Interpretó al agente en solo una película y calcó, casi al milímetro, el estilismo de Connery con esmóquin, camisa blanca, pajarita y larga pistola en mano. Hombre corpulento, de tez oscura como él e incluso con bastante más pelo (Connery tuvo que hacer uso de peluquín tipo 'gato aplastado' para sus recordadas interpretaciones de Bond), Lazenby es el ejemplo viviente de que la elegancia y el atractivo, se tienen, o no se tienen.

Como Sean Connery, Roger Moore llevó a 007 a otra de sus épocas doradas. Un espía mucho más británico, rubio esta vez y con unas sexys arruguitas que cambió en los años 70 y la primera mitad de los 80 el manido esmóquin por un traje de chaqueta, impecable eso sí, pero mucho más ponible para todo tipo de ocasiones. Moore interpretó a Bond en siete películas, como Sean Connery, le dio su toque personal y aportó un aire de gentleman al personaje que ya nunca ha perdido. Otro inolvidable.

El encargado de tomar el difícil relevo a Roger Moore a finales de los 80 fue Timothy Dalton. Recuperó la pajarita y el esmóquin para las ocasiones, pero también echó mano del traje. Con él, que el agente británico tuviera una mirada cautivadora comenzó a ser imprescindible.

Pierce Brosnan también le puso 'buenos ojos' a Bond. Con su pinta de inglés resabiado y egocéntrico, el papel le vino como anillo al dedo.

Pero hacía falta darle un giro de tuerca al personaje, modernizarlo en una palabra. Con esta misión llegó Daniel Craig, más en la línea de Roger Moore que de Dalton o Brosnan. Con su cara de póker y su penetrante mirada azul, el actual James Bond con trajes que le sientan como un guante ha sabido adaptar el personaje al nuevo siglo. Aunque en lo fundamental continúa en su línea: 007 sigue siendo un petulante irresistible.

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