Seguro de sí mismo es el título del espectáculo de Pepe Gómez, El Marismeño, a través del cual, el artista, demuestra que, con empeño y tesón, todo aquello que uno desea, termina consiguiéndolo. Muy implicado en causas sociales, como la ayuda a personas con problemas de drogadicción -que él, bajo su experiencia, atiende con cariño orientándoles en su vida-, el onubense se ha sumado ahora a la labor de la Asociación Tierra de hombres, a beneficio de la que, esta misma noche, actuará en el teatro Lope de Vega de Sevilla -donde arranca una gran turné que le llevará a numerosos puntos de Andalucía-. Allí, su voz racial y flamenca, volverá a sonar reflejando esas historias que siempre sensibilizan a la audiencia y entre las que se encuentran éxitos como la revisión del clásico del pop, A quién le importa. Un auténtica declaración de intenciones.

-¿Cómo surgió la idea de este montaje?

-Lo planteamos través de una productora de Málaga y, una empresa, dijo que siguiéramos. Así, tengo por delante unos treinta conciertos de los que sólo faltan ocho o diez por confirmar. Serán las ocho capitales andaluzas, más algunos pueblos de cada una de ellas.

-¿Y el título?

-Pues porque, después de más de veinte años de carrera, ya me siento seguro de conseguir mis sueños. Estoy convencido de que se trata de la gira más importante de mi trayectoria. Va a ser un paso definitivo para mí porque, la gente, va a terminar de conocer a Pepe, "El Marismeño".

-¿Piensa que aún no se le dimensiona en la medida que merece?

-Bueno, todo el mundo me conoce pero, tal vez, por Los Marismeños y otras cuestiones. Ahora van a tener la oportunidad de verme pisar los escenarios a mí mismo. Será algo muy flamenco y en lo que voy a poner todo de mí mismo. Sin duda, estoy ante el proyecto más importante de mi vida. Sevilla es una gran plaza y, a la vez, un lugar complicado. Vendrán muchos compañeros de profesión y muchos toreros y, claro, estoy nervioso.

-¿Cuál es el balance que realiza del tiempo dedicado a la música?

-Muy positivo. Me ha costado mucho trabajo, desde luego, y nadie me ha regalado nunca nada pero ha merecido la pena y esto es un premio a la lucha constante.

-Lo que sí vuelve a demostrar que se trata de un hombre muy comprometido con su entorno, ¿verdad?

-Me gusta colaborar y ayudar en la medida de mis posibilidades en todo aquello de lo que me reclamen. En general, los seres humanos debieran ayudarse más. En mi caso, si Dios me ofrece esta oportunidad, prefiero ganar menos dinero puesto que pienso que ya me lo recompensará por otro lado.