Después de llevarse unos meses esperando un trasplante de corazón, las últimas noticias sobre la salud de Salvador Sobral, el ganador del último festival de Eurovisión, no son muy halagüeñas pues apuntan a que el cantante sobrevive gracias a que está conectado a un corazón artificial. Esta última solución médica es, al parecer, provisional y no garantiza la recuperación del artista, que ya salió de la unidad de cuidados intensivos del centro médico en el que permanece ingresado desde el pasado 19 de septiembre pero su vida sigue pendiendo de un hilo. O de un corazón, en este caso. Sobral ya anunció hace apenas unos meses que se retiraba de los escenarios debido a su frágil salud. Su médico le dijo hace un año que moriría en nueve meses si no conseguía un corazón en el plazo de un año. Desde su nacimiento, el cantante ha sufrido problemas de corazón que han hecho que tenga que vigilar atentamente su salud. Aún así, quiso participar en Eurovisión y, tras ganar, se embarcó en una gira que probablemente haya mermado aún más su estado.