Noche de Goya: estrellas y brillos en una escaparate de la moda española y de las grandes firmas. Cate Blanchett apareció con un espectacular modelo plateado, con flecos metalizados, de Armani; y Penélope Cruz, de un primaveral rosa, bailarina, de Chanel. Eran las más esperadas en una alfombra roja de tonos negros.
Volvió a destacar Belén Rueda, con falda de vuelo del atelier de Cristina Valenzuela, y el amplio escote de Michelle Jenner, de Carolina Herrera.
Paula Echevarría, de las imprescindibles, con un modelo del cordobés Andrew Pocrid. Ana Milán, de crepe de satén y capa con pedrería, la vestía Alicia Rueda. Nicolle García lucía un vestido de De la Cierva con transparencias asimétricas.
En el riesgo, las transparencias lenceras, de Cristina Castaño; y con solvencia, Emma Suárez, de Teresa Helbig con cuadrados de terciopelo a lo Klimt en tonos grises, dorados y anaranjados.
La inspiración oriental del Helbig se plasmaba en Luz Casal. Brilló por elegancia Milena Smit, de Balmain, con falda victoriana de seda y top kintsugi de silicona y pan de oro. Fue la más sorprendente y de las mejores de la alfombra junto a Nieves Álvarez, fiel a Stephane Rolland, falda blanca de pliegues de tafetán y original top negro ovalado.
En el apartado masculino hubo propuestas arriesgadas y de reclamación, como Eduardo Casanova, con lazadas rosas, de Jaime Álvarez. Paco León se atrevió con plumas en su chaqueta. Macarena Gómez y su marido Aldo Comas llevaban su homenaje a Verónica Forqué a sus espaldas, con chaquetas de Avellaneda. Una alfombra recuperada con honores y figuras destacadas a la altura prevista.
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