Pasarela

La 'alienígena' que rompió las reglas

  • Una agencia de modelos la descubrió por casualidad en un mercadillo hace un año; hoy se la rifan las firmas más exclusivas, desde Chanel a Gucci pasando por Prada y Wang

Tiene 17 años, una mirada malhumorada y una tez extremadamente blanca. Sus orejas alargadas, sus grandes ojos azules y sus pómulos prominentes, unido a su vez a su extrema delgadez y su 1,85 de estatura, le han dado el sobrenombre de la 'modelo alienígena'. Pero éste no es, ni mucho menos, un título que asuste a Molly Bair. Esta estadounidense está acostumbrada desde pequeña a soportar las mofas de sus compañeros de clase, que solían llamarla 'la rata' o 'la alien'.

Seguramente aquellos que ayer la tomaban como objeto de burla se sorprenderán ahora cuando la vean desfilar para las firmas más exclusivas y posar para las portadas de revistas como Vogue o W Magacine.

Molly Blair fue descubierta por casualidad por un cazatalentos de la agencia The Society Management cuando se encontraba de compras en un mercadillo de Philadelfia. Pensó que se trataba de una estafa o que volvía a ser objeto de una broma. Pero no. La propuesta de aquel agente iba tan en serio que sólo un mes más tarde se convertía en la portada de Vogue y, casi a la vez, subía a una pasarela en Nueva York de la mano de Proenza Schouler.

Lejos de desinflarse, su trayectoria ha tomado un ritmo de vértigo. Los grandes genios de la moda, como Chanel, Gucci, Prada, Giambatista Valli, Loewe o Alexander Wang ya han contado con ella en algunas de las semanas de la moda más importantes del mundo, desde París a Milán pasando por Londres o Nueva York. Este año, además, fue la estrella de Lagerfeld en su colección de primavera de alta costura, que cerró con un impresionante traje de novia.

Ella no termina de creerse su historia de cuento de hadas a pesar de que lleva meses disfrutando del olimpo de la moda, por eso ha reconocido en alguna ocasión que nunca pensó que "una chica que pasó la mayor parte de su infancia siendo uniceja, llevando gafas y camisetas de Yoga podría acabar en el Vogue italiano". Tiene los pies sobre la tierra por eso sostiene que la "belleza real proviene de lo único" y recalca que "esto surge al tener confianza en ti mismo y en tu aspecto". Seguramente ésta fue la moraleja que ella misma encontró después de tantos años de burla en la escuela, porque si de algo presume es de ser una chica fuerte.

Lo que no dice es que tiene un punto gamberro en el que muchos ven un reflejo de Cara Delevigne (a la que también encuentran parecido en su poses desgarbadas). Por eso Molly disfruta haciendo de las suyas en el backstage de cualquier pasarela y disfruta el doble haciendo una mueca que posando sonriente para sus más de 66.000 seguidores en Instagram.

Lo que queda claro es que la 'modelo alienígena' que un día rompió las reglas de la moda está dispuesta a seguir dando que hablar.

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