Fran Rivera está pletórico y es que cuarenta años no se cumplen todos los días. El hijo mayor de Paquirri y Carmen Ordóñez alcanzó el pasado viernes sus cuatro décadas de vida en un momento dulce y tranquilo de su vida. Y es que no ha comenzado mal el nuevo año para el ex torero, que ha tenido un agrildulce 2013. El año que acabamos de despedir ha estado lleno de altibajos para Francisco. El diestro lo mismo ha optado por coger el toro por los cuernos para luchar por lo que deseaba, aunque eso le conllevara la enemistad eterna con una de las familias nobles más importantes y mediáticas de España, que ha vuelto a pasar por al altar con la actual mujer de vida, la abogada sevillana Lourdes Montes.

Desde que decidiera abandonar temporalmente los ruedos, Rivera ha dado pasos importantes aunque estos suponieran romper con lo establecido, con su colchón de confort, por ejemplo con su buena relación con la que fuera su suegra: la duquesa de Alba. El último año Fran Rivera y su ex mujer, Eugenia Martínez de Irujo, han escrito uno de los capítulos más polémicos desde su separación y posterior divorcio, en 2002. El ex torero decidió demandar a la duquesa de Montoro para solicitar la guardia y custodia de su hija Cayetana, en edad adolescente, para que ésta pudiese ir a vivir con él a Sevilla. El Juzgado de Familia de Madrid no le dio la razón y toda esta historia le costó el desagrado de la que fuera su suegra, Cayetana de Alba, que haciendo alarde de su sinceridad manifestó públicamente su disgusto con el que hasta la fecha era su "yerno favorito". La decisión de Fran Rivera de luchar por la custodia de su hija y romper los lazos cordiales que tenía hasta el momento con la que fue su esposa desencadenó en una mediática y comentada batalla judicial, que hizo que la armonía entre las dos familias estallara y que desde entonces reine la tensión entre ambas.

Por otro lado, viajar menos y tener más tiempo para pasar con los suyos han hecho posible que Fran Rivera se centre en faceta de empresario y también en su vida familiar. Así, decidió dar el paso y sentar la cabeza casándose con su novia Lourdes. La boda tuvo lugar el pasado mes de septiembre en Ronda ante 400 invitados y tampoco estuvo exenta de polémica. Primero las fotografías del enlace filtradas a la prensa por uno de los invitados que reventó la exclusiva que el recién estrenado matrimonio tenía cerrada con la revista ¡Hola!, maniobra que no impidió que la publicación sacara una buena tajada del enlace con los novios en portada; ella con su vestido de novia diseñado por ella misma y él con su chistera rebosante de alegría. Por si fuera poco, al regresar de su luna de miel, Fran se tuvo que enfrentar a una nueva polémica: un enfrentamiento televisivo con su hermano Kiko, hijo de la segunda esposa de su padre, la tonadillera Isabel Pantoja. Kiko fue el gran ausente de la boda de su hermano mayor, lo que a nadie dejó indiferente. La polémica estalló cuando, en una entrevista en televisión, afirmó que no había sido invitado al enlace. Sus palabras se tradujeron en un cruce de acusaciones y trapos sucios que finalmente solucionaron en la pequeña pantalla, como debía ser, pero que una vez más le trajeron más de un quebradero de cabeza. Así ha sido el último año de Francisco Rivera, lleno de polémica y todo reflejado en la prensa del corazón. Sus últimas noticias apuntan a que pronto podría aumentar la familia, información que ni él ni Lourdes, que ha abandonado por el momento la abogacía para centrarse en su carrera como diseñadora de moda, han confirmado.

Desde que llegara al mundo, el 3 de enero de 1974 en Madrid, así ha sido la vida de Francisco Rivera, un camino de rosas y espinas. El año en el que ha cumplido los 40 no iba a ser diferente para él.