En los vaticinios de generaciones cíclicas de los analistas William Strauss y Neil Howe se atisbaba que los niños nacidos tras 2004 formarían parte de una generación similar a la nacida en vísperas y durante la Segunda Guerra Mundial. Una grave crisis formaría el carácter de esa generación.

Y, efectivamente, aunque no se ha tratado de una conflagración bélica estos niño1s del siglo XXI se han enfrentado a los rigores de una pandemia que les marcará de por vida. Según los autores de Generations, Generaciones, que establecen cuatro bloques generaciones cíclicos, los adolescentes y niños de hoy son Artistas, como fueron los niños nacidos entre 1925 y 1942, la llamada Generación Silenciosa.

Los Artistas forman parte de una época sumida en crisis y peligros durante su niñez, en un feroz recorte de derechos. Estas complicadas experiencias infantiles conducen a unos adultos con sentido del sacrificio personal, por cierto conformismo para lograr mayores metas más adelante. Están curtidos en la paciencia y en la resignación. Están más mentalizados en el consenso. No estamos hablando del horóscopo, sino que es el análisis de anteriores generaciones de Artistas.

Esa Generación Silenciosa cristaliza en España la Transición, con líderes como don Juan Carlos, Adolfo Suárez o Felipe González. En Europa es la generación que asienta el sueño de la Unión Europea (Helmunt Kohl, Olof Palme) y en el bloque oriental, la que derriba el Muro (Gorbachov en cabeza). Incluso Joe Biden (de 1942) forma parte de ese grupo. Y hasta la nonagenaria reina Isabel II.

Los hermanos mayores de aquella generación vivieron de jóvenes la guerra, una plenitud en tiempos de desintegración y cambios. Y ahora son los millennials, los más airados contra las consecuencias de la pandemia y que ya iban encajando la precariedad laboral.

Strauss y Howe los engloba en las llamadas generaciones de Héroes: se crían muy protegidos, con un futuro prometedor, y han reconfigurar su mundo. Unos levantaron sus países tras la posguerra y los millennials tendrán que trazar el mundo que surja después de esta actual crisis con tantos desafíos sociales, económicos y hasta tecnológicos.

La generación que tomará las riendas allá por el año 2040, 2050, tendrá algún día en el trono a la Princesa de Asturias. Y los líderes de esa España en el futuro tendrían más parecido a los políticos de la Transición que los líderes de hoy.

Es decir, si la Historia es cíclica, la reina Leonor contaría a su lado aliados del estilo de Adolfo Suárez o Felipe González, por poner a los dos nombres más destacados de la política española de los años 70 y 80. Probablemente estaremos hablando de mujeres líderes de su tiempo. Sin jugar a la ciencia ficción, es lo que contemplan los ciclos de Generaciones. Unos niños criados en aulas con mascarillas, toques de queda y hasta encerrados en casa sabrán valorar el día de mañana la libertad, un consenso o un buen acuerdo. Deberían de tener energía y paciencia para abordar reformas en favor de la prosperidad.

¿Quiénes somos los que estamos ahora al frente del mundo? El poder se lo reparten líderes nacidos después de la Segunda Guerra Mundial y líderes nacidos en el desarrollo de los 60 y 70.

Los nacidos entre 1943 y 1960 (en EEUUsí son los llamados boomers) son Profetas, nacidos en un mundo en reconstrucción, protegidos en su juventud lo que les lleva a marcadas ideologías. En la España política es la generación de Aznar, Zapatero, Rajoy, Mas. En EEUU tendríamos a Trump y a Obama. Y a Carlos de Inglaterra, por ejemplo.

Pedro Sánchez (1972) es por ahora la principal referencia que tenemos en España de la Generación X. Son Nómadas, con una niñez en prosperidad, muy rebeldes de jóvenes y ante las crisis como adultos se sienten desprotegidos, decepcionados.

Ojo, la anterior generación Nómada, la nacida entre 1883 y 1900 (en España nacieron en el truncado regeneracionismo), es la que ve nacer a buena parte de los dictadores del siglo XX.