Hace ya tiempo que el ciclismo dejó de estar reservado a los deportistas más acérrimos. Cada vez son más los aficionados a desplazarse sobre dos ruedas por la ciudad y, de hecho, se definen como auténticas tribus urbanas y globales, para los que se crean locales, tiendas especializadas y, por supuesto, colecciones de moda especializada.

No es de extrañar la fiebre que despiertan las bicicletas porque constituyen una buena alternativa de transporte eco que respeta el medio ambiente, algo a lo que no han podido resistirse las celebrities (siempre pendientes, por unas cuestiones o por otras, de este tipo de modas): Naomi Watts, Alessandra Ambrosio, Eva Longoria, Heidi Klum o Anne Hathaway ya no solamente las usan para ponerse en forma, sino también para ir al supermercado, para salir de shopping o para dar un paseo por el parque. Aunque, como es de esperar, no vale cualquier bici y ellas optan por las de diseño, como las del empresario brasileño Lorenzo Martone.

Este ex publicista dejó sus negocios para dedicarse a su hobby: el del diseño de bicicletas. Recientemente ha presentado una colección en Madrid y ha conseguido elevar este objeto, antes en cierto modo denostado y dedicado a deportistas, a un accesorio de lo más cool deseado por muchos fashionistas y amantes de la moda. La idea surgió porque Martone tenía que dejar su bicicleta en su piso de Nueva York y, al quedar a la vista, pensó que sería mejor que ésta fuese bonita y así convertirla, al mismo tiempo, en un objeto de decoración. De líneas sencillas, con cadena roja y una cesta plana unida al manillar, verlas circular por las calles supone toda una experiencia estética y su orgulloso padre las define como "una escultura con varias utilidades". Su éxito está siendo tal que hasta el mismísimo Karl Lagerfeld tiene dos de las bicicletas del ex publicista y Las Rozas Villages, unos centros de compras de lo más exclusivos repartidos por Europa, acoge una muestra de ellas durante el verano, donde los visitantes pueden adquirirlas e incluso personalizarlas a su gusto, siempre manteniendo sus señas de identidad más personales.

Aunque el resurgir de esta afición a las dos ruedas parece ser propiedad de la tribu conocida como los hipsters (es decir, esas personas alternativas con una estética muy determinada), lo cierto es que es tan popular que ya se ha convertido en lo que ellos mismos llaman mainstream. Pero, pedalee quien pedalee, lo cierto es que las bicicletas han vuelto para quedarse; eso sí, con la cara lavada y con un toque muy cool.