El verano es el peor enemigo de las buenas costumbres. Las horas extra en el chiringuito, las fiestas con los amigos y el reposo son los factores fundamentales por los que después de las merecidas vacaciones, los gimnasios están en sus máximos históricos en lo que respecta a asistencia. A menudo por dejadez o por cuestiones meramente naturales, como el paso del tiempo o el haber dado a luz, es complicado desprenderse de esos kilos de más que en su mayoría se acumulan en la zona del vientre.

Para acabar con la tan temida "barriga cervecera" no es suficiente con practicar deporte. Para evitarla y mantenerla a raya hay una serie de indicaciones que se deberían tener en cuenta. Porque lo que en principio puede parecer un problema puramente estético puede derivar en otras cuestiones que afectan de lleno a la salud cardiovascular. La barriga cervecera se asocia, además, con un alto porcentaje de desarrollo de diabetes. Esto es debido a que este tipo de grasa denominado grasa visceral no está bajo la piel, sino que se acumula dentro de la cavidad abdominal, alrededor de los órganos internos. Estos lípidos son muchos más peligrosos que la grasa subcutánea (bajo la piel). Por ello, es fundamental tener en cuenta una serie de indicaciones que acaben con futuras complicaciones.

Llevar una dieta equilibrada en la que tengan especial peso las verduras o legumbres es esencial. Como información adicional, hay que tener en cuenta que a la hora de las comidas es recomendable espaciarlas en el tiempo. Esto significa que es recomendable hacer más comidas al día (de la orden de cinco a seis), más que las cuatro habituales. En ningún caso está prohibida la ingesta de alcohol o cerveza, pero sí en su justa medida. Una o dos al día son más que suficientes y no tendrán efecto directo en la zona del abdomen. A todo esto añadir que se debe eliminar por completo alimentos que estén producidos con azúcar visible. Entre ellos los pasteles, zumos o refrescos. Además de estos alimentos se deben evitar también el pan, la pasta, las patatas, los cereales y el arroz.

En el caso de algunos famosos el aumento de peso ha sido considerable. Algunos por exigencias de un guion o por propia dejadez han dejado ver su barriguita cervecera en alguna ocasión. Russell Crowe, Leonardo Di Caprio, Gerald Butler o Ben Affleck han sido algunos de ellos. Algunos de ellos fueron duramente criticados debido a que siempre han sido reconocidos por su gran forma física. Una de las que más crítica recibió por ello fue la cantante Lady Gaga a la que durante una actuación musical se le podía percibir una incipiente barriga fruto de la falta de ejercicio al que está acostumbrada. Ella salió en su defensa aludiendo que "otras cantantes están peor y nadie se atreve a decirles nada".

La falta de descanso está directamente relacionada con la obesidad. Descansar 8 horas al día provoca que el metabolismo funcione a la perfección y se tenga además energía suficiente para afrontar todas las actividades del día a día.

Además de ello la ingesta continuada de agua mineral ayudará a ir eliminando poco a poco las grasas. Este acto sencillo ayuda a metabolizar los lípidos y por ello a ir disminuyendo el peso. También beber agua aumenta el gasto de energía mediante un mecanismo conocido como termogénesis, es decir, al beber agua mineral se lleva a cabo una producción de calor a través de reacciones metabólicas que aumentan el ritmo del metabolismo basal, la energía mínima necesaria que tienen las células para llevar a cabo sus funciones. Mucha gente piensa que cuanto más sude más grasa está perdiendo, pero esto es un mito. El ejercicio que más grasa ayuda a perder es aquel que genera más pulsaciones sin que esto repercuta directamente en la sudoración. Por eso recurre a ejercicios aeróbicos que formen parte de la rutina como subir las escaleras o ir andando al trabajo. Poco a poco la grasa irá remitiendo recuperando el tipo prevacacional.