Es su primer verano sin doña Cayetana, por eso Alfonso Díez lo que intenta entre la tristeza y la nostalgia es desconectar y relajarse. Para ello ha elegido como destino la costa italiana, donde disfrutó de muy buenos momentos con la duquesa. Allí aprovecha para ir a la playa, para disfrutar de puestas del sol con sus amigos. También se refugia en su casa de Sanlúcar de Barrameda, lugar en el que se siente muy arropado y querido por sus vecinos. Hace viajes a Madrid y a Sevilla pero los justos, ya que son demasiados los recuerdos que se le vienen la cabeza en dos de las ciudades en las que más tiempo pasó con la que fue su mujer. Desde que falleciera doña Cayetana Alfonso ha estado muy alejado de las cámaras. De las pocas veces que ha aparecido en la prensa en estos meses el tema por el que siempre se le pregunta es por la herencia,un asunto del que prefiere no hablar.

También ha opinado sobre uno de los romances del verano, el de Eugenia Martínez de Irujo con José Coronado. Alfonso siempre ha mantenido una muy buena relación con la hija pequeña de doña Cayetana y desde que fallecise la noble la relación que mantienen sigue siendo muy buena. Hablan a menudo y Eugenia se preocupa por el bienestar del último amor de su madre. Por eso Alfonso se alegra mucho de que esté enamorada. Además Díez tiene muchas cosas en común con el actor. "Eugenia es un encanto y Coronado es muy majo, compartimos gimnasio", dijo hace unas semanas cuando le preguntaron por el nuevo amor de la pequeña de los Alba. Físicamente son dos hombres atractivos, que visten bien y que demuestran mucha educación en sus apariciones. Además de la pasión por el deporte y por estar en plena forma ambos comparten su gusto por las mujeres. Madre e hija les han enamorado y Eugenia cada vez se parece más a su madre, tanto en lo físico como en el espíritu juvenil y alegre.