Granada contará en unos años con dos nuevos paseos históricos en dos de las zonas más bellas y turísticas de la ciudad. Si hace sólo una semana la Alhambra y el Ayuntamiento detallaban la actuación que permitirá transitar por el tramo paralelo al Paseo de los Tristes, ayer el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, anunció el que se trazará junto a la muralla zirí, "que se podrá recorrer en su totalidad".

El Ministerio de Cultura invertirá 997.000 euros en una nueva restauración del monumento que permitirá acondicionar los restos arqueológicos y trazar un paseo paralelo al muro. El Gobierno central, que aporta los fondos a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) para un proyecto coordinado también por la Junta y el Ayuntamiento de Granada, fija la ejecución de la obra en el horizonte de 2020.

Benzo anunció ayer en Granada que la rehabilitación se centrará en una zona ubicada en el tramo comprendido entre dos puertas: la de Monaita y el Arco de las Pesas.

La nueva intervención se iniciará con una primera fase, cuyo proyecto se encuentra actualmente en estudio, que afecta al tramo inmediato a la Torre de las Tres Caras. Para esa misma parcela existe la previsión de poner en marcha un proyecto de acondicionamiento del entorno y protección de los restos arqueológicos por parte de la Junta de Andalucía, así como una actuación de acondicionamiento urbano por parte del Ayuntamiento de Granada.

El objetivo último de este programa de actuación en las murallas de Granada es la preservación material de un extraordinario conjunto fortificado y garantizar el disfrute público de uno de los conjuntos amurallados más singulares de España.

El secretario también adelantó que el Ministerio de Cultura proyecta también la musealización de las murallas del Albaicín, desde la Puerta de las Tres Caras hasta la Puerta Monaita, para que se puedan recorrer y visitar en prácticamente su totalidad.

Para Benzo, está siendo uno de los proyectos "más exitosos e importantes que está llevando a cabo en el conjunto de España", creándose "un nuevo espacio cultural, arqueológico, patrimonial y turístico dentro de Granada". "Aunque la Alhambra parece que oscurece otros alicientes, estamos poniendo en valor un elemento fundamental de la historia de esta ciudad y de su atractivo", subrayó.

El secretario visitó los trabajos de restauración que el Instituto de Patrimonio Cultural de España está realizando en cuatro tramos en la muralla del Albaicín. Benzo estuvo acompañado en su visita por el alcalde de Granada, Francisco Cuenca; el delegado de Cultura, Guillermo Quero; el subdelegado del Gobierno en Granada, Francisco Fuentes; y el director general de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, Luis Lafuente.

El proyecto anunciado contempla el estudio de la musealización de unos 800 metros de la muralla entre Puerta Monaita y Arco de las Pesas, para hacer "visitable" este tramo cuyo suelo es mayormente propiedad municipal, informó Luis Lafuente, que especificó que su redacción estaría para 2019 y "las obras como muy pronto en el año 2020 si las circunstancias presupuestarias son las normales".

El alcalde de Granada agradeció el "compromiso" del Ministerio como este nuevo proyecto, que planteará "un itinerario" que una el "corazón de la ciudad" con el Albaicín y en el que quedarán incluidos enclaves monumentales como el Palacio de la Dar al-Horra o el Aljibe del Rey.

Los actuales trabajos cuentan con una inversión superior a los 1,4 millones de euros. Iniciados en diciembre de 2016, se centra en la muralla interior conocida como zirí, concretamente en la torre de las Tres caras, la puerta de Hernán Román, torres y restos de lienzos situados en la plaza del Cementerio de San Nicolás, y entre la calle Horno de San Agustín y el convento de las Madres Agustinas de Santo Tomás de Villanueva. Aunque estaba previsto que las obras finalizasen en junio, el mal tiempo de los últimos meses retrasará la finalización de los trabajos hasta finales del presente año, tal y como explicó ayer la arquitecta, Isabel Bestué.

Todos los tramos en los que se está trabajando presentan patologías comunes como: entornos degradados por falta de mantenimiento, proliferación de plantas invasoras sobre las estructuras defensivas y su entorno; suciedad generalizada, deterioro de tapiales en distinto grado; distorsión de la fisonomía original de las estructuras defensivas por invasión de nuevas construcciones, por la pérdida de porciones de muralla o por el cambio de los niveles originales de suelo; problemas de discontinuidad de niveles de las estructuras, problemas de socavamiento de la cimentación; presencia de parches en los muros -fruto de reparaciones y actuaciones de restauración de diferentes momentos históricos-; deterioro de coronaciones y problemas de humedad de capilaridad y por filtración, tal y como señaló ayer la subdelegación del Gobierno en una nota.

El conjunto de las obras de restauración y consolidación de las murallas del Albaicín responde a lo previsto en el Plan Director que el IPCE elaboró en 2013. Se continúa de esta forma con la labor de recuperación del recinto fortificado que ya fue objeto de actuaciones previas por parte del Ministerio, como las obras realizadas en Plaza Larga en 2011, o las acometidas en el tramo del callejón de San Cecilio entre 2012 y 2013, ambas con una inversión total de 445.729,27 euros.

El proyecto de restauración en curso contempla, entre otros aspectos: la consolidación de las estructuras, incluyendo la limpieza, restauración, refuerzo, consolidación, reintegración de masas y superficies parcialmente perdidas del tapial; el tratamiento de los refuerzos de sillares de las fábricas originales; la protección de coronaciones de muros y torres; la retirada de elementos y adosamientos extraños a la muralla; el tratamiento contra la proliferación de especies vegetales invasoras; la recomposición de geometrías volumétricas perdidas y los tratamientos de estabilización estructural y contra la penetración de agua y humedad.

Durante los trabajos de restauración se está llevando a cabo una intervención arqueológica realizada por Manuel Pérez, Javier San Vicente y Paula Sánchez. Estos trabajos han descubierto importantes tramos de muralla de época protohistórica, romana y medieval que permiten hacer una lectura del proceso evolutivo de las defensas y de la zona desde el punto de vista urbanístico e histórico-arqueológico.

Dichos restos se localizan en el solar de la puerta de Hernán Román y en otro adyacente ubicado hacia el este. El aspecto actual de esta puerta dista mucho del original, sobre todo por la inclusión en su interior de la ermita de San Cecilio a partir del siglo XVIII.