El Patronato de la Alhambra avanza en la actuación de emergencia diseñada para garantizar la estabilidad de Torres Bermejas después de que un muro de unos cinco metros de esta zona se derrumbara hace medio mes, una actuación que incluye reforzar la zona contigua y la retirada controlada de los escombros.

Según han informado a Efe fuentes del complejo monumental, históricamente el más visitado del país, el objetivo de las obras de urgencia consiste en evitar daños a personas, bienes y al propio monumento, de ahí que se esté trabajando con celeridad en la zona afectada de Torres Bermejas.

El derrumbe se registró el pasado 12 de mayo y afectó al muro norte del baluarte circular de Torres Bermejas, una construcción de unos cinco metros de altura de un espacio en obras que el Patronato aún no ha recepcionado.

Desde entonces, la Alhambra ha avanzado en actuaciones para proteger y contener las estructuras murarias próximas a la zona afectada por el derrumbe para eliminar el peligro inminente sobre personas y sobre el monumento.

Además, el Patronato ha retirado de forma controlada los escombros producidos por el derrumbe, ha desmontado las partes del muro que han quedado afectados y que se encuentran en peligro inminente de desplome.

Esta actuación de emergencia ha permitido también controlar y supervisar el estado de deterioro del resto del muro para valorar si es necesario activar medidas para estabilizar o desmontar esa zona monumental.

Las mismas fuentes han detallado que en estos momentos se mantiene el trabajo para asegurar el bien y reducir cualquier peligro, actuación que se ejecuta de manera paralela a una evaluación de las causas que provocaron el derrumbe.

Torres Bermejas representa uno de los enclaves más elevados e inaccesibles de la colina de la Sabika y, en mayo de 2019, la Alhambra concluyó en esta construcción la primera fase de obras de consolidación y conservación.

Este espacio alhambreño fue una fortaleza militar, se convirtió después en un presidio y, tras su adquisición por la Alhambra en 1962, ha estado cerrado hasta que comenzó su rehabilitación.

En el momento del derrumbe, la Alhambra no había recepcionado las obras para la consolidación y conservación de Torres Bermejas porque el asesor de la intervención planteó objeciones, reparos que se han dilatado en el tiempo.

La empresa contratista está en concurso de acreedores y no ha podido afrontar la intervención con la urgencia que era necesaria y pese a que el Patronato advirtió del riesgo de derrumbe.