El alcalde de Santa Fe, Manuel Gil (PSOE), se comprometió ayer a que la presencia de agentes de la Policía Local a las puertas del colegio Capitulaciones se prolongaría hasta fin de curso, con la "posibilidad" de que se extienda esa protección a los próximos años para evitar nuevos incidentes entre padres y docentes. Este anuncio se hizo durante la concentración, en la mañana de ayer, realizada en el patio del colegio santaferino en apoyo de su directora, Begoña G.P., que denunció el pasado lunes 23 de mayo haber sido agredida por los familiares de una escolar del centro. Los padres, por boca del presidente del AMPA, Juan Molina, reconocieron que antes de los hechos denunciados por la directora se habían dado casos de violencia verbal en el centro, situaciones que la directora denunciante calificó de "esporádicos".

A pesar de la gravedad de los hechos denunciados por la docente, el día después de la presunta agresión, los familiares de la niña -una familia "muy complicada", aseguró ayer la directora, que reconoció vivir unos momentos "muy duros" y sentir miedo- regresaron al centro y, según la versión de los padres, profirieron amenazas e insultos.

Sobre el proceso abierto tras la denuncia ante la Guardia Civil, la directora afirmó tras la concentración de ayer que desconocía si se ha decretado alguna medida de protección hacia ella, como el alejamiento de los supuestos agresores del centro, una medida que debe solicitar la persona denunciante y que el juez debe valorar. Sí confirmó que la niña -hija de los denunciados- ha vuelto a las clases.

El delegado provincial de Educación, Germán González, aseguró por su parte que la Inspección educativa trabaja en "llevar a la normalidad" al centro y para evitar que se "complique" la situación. Por su parte, el alcalde respondió a las críticas del sindicato CCOO sobre la falta de presencia policial tras los hechos denunciados y explicó que la ausencia de agentes a la entrada del colegio hace dos días se debió a que los policías locales tuvieron que atender otro servicio en ese momento, un hecho puntual.

Tanto el episodio de la presunta agresión como las amenazas del día después provocaron el rechazo de la comunidad educativa del centro, que ayer recibió el apoyo del resto de colegios e institutos de Santa Fe. En el patio del Capitulaciones hubo representantes de los institutos Jiménez de Quesada e Hispanidad y de los colegios La Purísima, Carmen Sayés y Reyes Católicos. En el acto -en el que Begoña recibió numerosos gestos de afecto- tres alumnos leyeron un manifiesto en el que reconocieron que se sienten "un poco confusos" con lo ocurrido, expusieron que "choca que gente tan grande y tan lista tenga problemas de violencia" y alegaron que evitar hechos como los ocurridos el pasado día 23 "es muy fácil, sólo hay que contar hasta diez".

La supuesta agresión se produjo después de que la directora y otra docente regañaran a una menor por haber abierto la puerta del patio durante el recreo para que entrara al centro otro alumno, un primo suyo que había sido expulsado del colegio por su comportamiento. La reprimenda de las docentes llegó a la familia de la menor, que se personó en el centro sobre las cuatro de la tarde del lunes 23. La madre, el padre y el abuelo supuestamente increparon a la directora en su despacho, y cuando ésta intentó salir al pasillo fue presuntamente zarandeada.