El Ayuntamiento de Granada y el Partido Popular llevaban pidiendo mucho tiempo la dimisión de la directora del Patronato de la Alhambra, María del Mar Villafranca. Su posición de "batalla" continua con el monumento por su gestión ha sido un continuo en los últimos meses y se intensificó en la campaña electoral. Ahora, con Villafranca ya fuera, esperan que su sustituto mejore las relaciones con la ciudad.

Según el portavoz del equipo de Gobierno del PP, se abre un tiempo nuevo y esperan que la persona que asuma la gestión del monumento "tienda puentes" entre la Alhambra y la ciudad. También desean que el procedimiento sea claro y siga las condiciones de igualdad, méritos y capacidad, además de contar con el consenso de todos.

Tras conocer la renuncia a su cargo de Villafranca, el Ayuntamiento lamentó que el nombre de la ciudad se haya visto envuelto en un "nuevo escándalo". García Montero dijo que le parecía "una pena" que la ciudad se haya tenido que ver envuelta "otra vez" en un "escándalo" relacionado con la gestión de la Alhambra, que tiene un importante papel para el turismo y la economía de su entorno.

Además de exigir las responsabilidades judiciales que pudieran derivarse del caso, García Montero pidió que la marcha de Villafranca pueda ser una oportunidad para acercar a las dos instituciones. Así, el Ayuntamiento confía en que el próximo gestor tenga un "carácter profesional" y que entienda todas las "circunstancias" que rodean al conjunto monumental más visitado de España.

"Espero que se inicie un procedimiento que no sea a dedo y donde se concurra en condiciones de igualdad, méritos y capacidad", señaló el portavoz, que espera que la Junta, que lidera el Patronato, no opte por designar a una persona en función de su perfil político o ideológico y sí a alguien con "espíritu de negociación" para que el monumento pase a generar "buenas noticias".