El 'nuevo' Palacio de Bibataubín tendrá hoy su puesta de largo con la presentación de la memoria anual del Consejo Consultivo. Con motivo de este acto, el presidente de la Junta de Andalucía y el del Consultivo visitaron el edificio, que ha sido rehabilitado por el prestigioso arquitecto granadino Pedro Salmerón, que en la actualidad trabaja también en los proyectos de la Madraza, el Maristán, el Plan Director de la Alhambra o la Catedral de Granada.

Además de por su flamante uso como sede del Consejo Consultivo, el histórico inmueble tiene un valor singular por su posición: un enclave fundamental de la Granada baja hispanomusulmana donde se emplazaba la puerta de la muralla conocida como Puerta de Bibataubín y en la actualidad en pleno centro de la ciudad y rodeado de un intenso movimiento comercial y turístico.

El edificio se desarrolla en torno a un patio cubierto con peristilo en planta baja y galería de grandes dimensiones en planta alta que se vincula espacialmente con una escalera de tipo monumental. Destaca sobre todo un torreón que pertenece a la antigua fortificación y que hace de bisagra entre dos plazas de escala media.

Pedro Salmerón explica que la actuación se planteó desde un primer momento "sin introducir transformaciones importantes" gracias a la estructura del inmueble. "Un edificio con grandes espacios de distribución y piezas de cierta envergadura espacial, permite responder a las demandas de un organismo como el Consejo Consultivo de Andalucía, que requiere espacios de representatividad y otros en los que se desarrolla un trabajo administrativo normal".

El arquitecto explica que fueron necesarias, no obstante, obras de redistribución en zonas donde se demandaban despachos individuales, y por esa razón se proyectó la supresión de algunas de las divisiones interiores actuales y la creación de otras según las necesidades.

Entre otras actuaciones de la rehabilitación, ha destacado la restauración de las excelentes vidrieras del patio principal y auxiliar y del lucernario del patio principal. También las reformas de las bóvedas de yesería de los vestíbulos de planta baja y alta del Palacio, y la limpieza de los pavimentos de mármol y piedras semipreciosas de los espacios principales del inmueble.

En la fachada se ha recuperado el zócalo monumental de piedra de Sierra Elvira y se ha vuelto a poner en funcionamiento su reloj.

También se han recuperado elementos poco valorados u ocultos desde el siglo XX relacionados con el torreón del inmueble. Tras los estudios de la cimentación del torreón y su relación con la muralla hispanomusulmana se ha incorporado al salón de actos la fábrica original del mismo, perteneciente a la fortificación de todo el enclave llevada a cabo en el siglo XVI por el ingeniero militar Ramiro López por mandato de los Reyes Católicos.

Se han renovado los acabados e iluminación de la sala circular situada en la planta baja del torreón y se ha recuperado la envolvente del torreón en el interior de la primera planta -la portada superior y los acabados de fachada-.

Todas estas obras han permitido facilitar el uso de la planta superior del torreón y renovar la escalera de acceso. Además se han restaurado por completo las armaduras de madera de las cubiertas.

En la intervención también ha sido imprescindible reformar los aseos actuales, como suele ser normal en la rehabilitación de inmuebles dado el deterioro y envejecimiento que representan estos espacios con el paso del tiempo.

Para poder adaptarse a los nuevos usos, se han renovado completamente todas las instalaciones del edificio y se le ha dotado de climatización y de redes para las nuevas tecnologías.