Granada

Bolonia se cuela en la Selectividad

  • Un texto crítico con el proceso de adaptación europea de la universidad recibe a los 4.313 estudiantes que realizaron ayer los primeros exámenes · Algunos 'despistados' de la provincia se equivocan de sede

Bolonia ha logrado colarse en la selectividad un año antes de su implantación en Granada. Y lo ha hecho a través del texto periodístico del Análisis de Lengua y Literatura, la prueba más libre de las seis a las que se enfrentan los estudiantes de bachillerato. Es un aviso a navegantes, pues los futuros universitarios que lucharán hasta mañana por hacerse un hueco en el ámbito de estudios superiores deben saber qué enseñanzas van a recibir a partir del curso 2010-2011.

Si el año pasado le tocó el turno al diario El País, con una denuncia sobre el polémico informe PISA, en esta ocasión se ha escogido uno del ABC del 24 de marzo de 2009, en el que el columnista José Ignacio Cubero cuestiona las bases del Plan Bolonia. Dado que la segunda opción era (por segunda vez consecutiva) un extracto de La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza, la mayoría de los estudiantes se lanzaron de cabeza al análisis periodístico.

"Lo que más trabajo me ha costado es el comentario crítico del texto", decía Cristian López, un alumno del Instituto Juan XXIII, a la salida de la primera prueba en la Facultad de Medicina. Era uno de los 325 estudiantes que habían acudido ayer a dicha sede para enfrentarse a la Selectividad y, al igual que sus compañeros, tuvo ciertos reparos a plasmar su opinión personal sobre un texto del que dependía la nota final. Simultáneamente otros 4.000 alumnos granadinos hacían lo propio en 23 sedes habilitadas por la Universidad de Granada para la celebración de estos exámenes que hoy llegan a su ecuador.

El balance de la primera jornada fue muy positivo para el coordinador de Acceso, Ramón Román, quien aseguró en un primer momento que no había ocurrido ningún incidente. Sólo el despiste de "dos o tres chicos" les llevó a presentarse en sedes que no les correspondían (están asignados desde hace tiempo según el centro donde han estudiado Bachillerato) y, tras anotarse su error, realizarán las pruebas en los centros donde acudieron ayer.

En Medicina se registró uno de estos casos. A las 11:15 de la mañana se presentó una familia buscando a un joven de Iznalloz que no se había presentado con el resto de su clase en Farmacia. Alertados por el director de su instituto, la madre y hermana del estudiante acudieron a Medicina, donde les había dicho (equivocadamente) que tenía que examinarse. "Aunque cumple 18 años este mes, mi hijo es muy niño todavía y no sabe manejarse bien por la ciudad", decía muy preocupada la madre del estudiante. Tras hablar con el presidente del tribunal y un par de tilas en el cuerpo, los familiares hallaron al joven en un aula haciendo el examen de Historia y Filosofía. Para los bachilleres de fuera de la capital, acudir a examinarse a Granada puede significar toda una odisea dado que deben desplazarse por cuenta propia, unos inconvenientes que se están corrigiendo con la proliferación de sedes (7 este año) en la provincia.

Entre prueba y prueba (ayer se celebraron las tres comunes), en los pasillos sólo aguardaban los docentes de Secundaria que asistían como acompañantes. La profesora de Religión del instituto Federico García Lorca, Ana Gallardo, preguntaba a todo el que salía del aula 5 de Medicina: "¿Cómo te ha ido?", "bien, bien", alcanzaban a decir algunos chavales aturdidos aún por la concentración requerida.

La elección entre el texto de Filosofía y el de Historia se saldaba con un seguimiento mayoritario del segundo. "Es más objetivo -explica la docente de Religión-, la Filosofía depende mucho del profesor que la corrija y esa subjetividad les atemoriza". Inexplicablemente, el 90% optó por analizar el final del siglo XIX (La caída del imperio colonial y la crisis de 1898) antes que un decreto firmado por Francisco Franco en plena Guerra Civil española. A los valientes que decidieron arriesgarse con la Filosofía les esperaba un texto del Discurso del Método de Descartes frente a la Fundamentación de la metafísica de las costumbres de Kant. "Era el texto que me sabía -celebraba una alumna en su carrera hacia la puerta refiriéndose a Descartes-, me he ido directa a la verdad". Tras la Verdad/Sustancia de Descartes y la Máxima/Voluntad de Kant los estudiantes encararon más calmados el último asalto: idiomas.

Aunque no todos corrieron la misma suerte. Los nervios jugaron malas pasadas en la primera parte de los exámenes, momentos en los que se vislumbró algún llanto en los pasillos. "Un estudiante tuvo que ser trasladado a la sede de discapacitados para que calmara su ansiedad que le había causado hasta vómitos", explicó Ramón Román.

Pasado el primer trago, hoy se examinan de las materias de su modalidad. La calificación global de Selectividad será la media aritmética de las calificaciones obtenidas en las dos partes, debiendo obtener un mínimo de 4 puntos, que se obtiene ponderando un 40% de estos exámenes y un 60% de la nota media del Bachillerato.

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