Se acabó llegar con las suelas de los zapatos plagadas de chicle mascado; las mesas de las terrazas no serán el lugar idóneo para depositar la goma de mascar; los pantalones no correrán el riesgo de verse tuneados por diversos chicles acoplados a sus bolsillos traseros. Todo esto podría haberse evitado con la colaboración de todos los ciudadanos, pero no ha podido ser. Un equipo de limpieza intentará paliar este problema de suciedad en la vía pública durante los meses de verano.

A partir de hoy numerosas calles de la ciudad serán transitadas por la Brigada Quitachicle, conformada por dos equipos de Inagra que tendrán como único objetivo acabar con la mayor cantidad de chicle posible hasta el mes de agosto. Este equipo de limpieza centrará sus esfuerzos en retirar las gomas de las zonas céntricas de Granada, con especial atención a Gran Vía, Reyes Católicos, Puerta Real en zona centro; Merca 80 y Avenida Dílar en el Zaidín; las calles Sagrada Familia y Virgen de la Consolación en La Chana; y por Zona Norte actuarán en las inmediaciones del Alcampo y Doctor Azpitarte.

Para una mayor efectividad, desde el Ayuntamiento se ha pedido colaboración ciudadana para que eviten tirar chicles a la vía pública, con lo que estos equipos podrían evitarse en un futuro dicha tarea, para emplear su tiempo en otras labores de limpieza. Desde el Consistorio consideran necesario este plan de choque que priorizará en primer lugar las zonas comerciales de la ciudad, porque así lo han pedido los vecinos. Un iniciativa que tendrá un doble objetivo. Acabar con los casi 60.000 chicles que se estiman eliminar para así conseguir un lavado de cara a las zonas más transitadas de la ciudad.

Este plan contará también con la ayuda de dos equipos hidrolimpiadores que utilizan agua reciclada a presión para las labores de limpieza . El concejal de Urbanismo, Medio Ambiente, Consumo y Salud, Miguel Ángel Fernández Madrid, destacó que, pese a que el servicio no supondrá coste alguno para las arcas municipales, sí deberán destinar recursos humanos a un servicio, que se podría evitar si se usaran "las 7.200 papeleras que tiene Granada".