Fusión fría El acuerdo definitivo, pendiente de las negociaciones de los implicados, llegará en septiembre

CajaGranada tendrá que prejubilar a 275 trabajadores y cerrar 35 oficinas

  • La entidad granadina garantiza que en todos los casos se tratará de bajas incentivadas, nunca despidos · Las sucursales de las que se desprenderá están en su mayoría en territorio de sus socios

La fusión fría entre CajaGranada y tres de las más importantes entidades financieras del Arco Mediterráneo -Caja Murcia, Caixa Penedés y Sa Nostra- conllevará 1.050 prejubilaciones de trabajadores y el cierre de 171 oficinas. El coste, para Granada, será de 275 empleados y 35 sucursales.

Serán prejubilaciones, no despidos. Fuentes cercanas a CajaGranada garantizaron ayer que en todos los casos serán bajas incentivadas y subrayaron que el propio presidente, Antonio Jara, se ha dirigido por escrito a todos los empleados para asegurarles que no habrá recorte.

Las prejubilaciones y el cierre de las sucursales se sufragarán, presumiblemente, con parte de los fondos que las entidades fusionadas mediante el Sistema Institucional de Protección acordaron solicitar al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria. Según se planteó en los consejos de administración del miércoles, la ayuda económica que se solicitará estará en torno a los 915 millones de euros, de los que unos 175 serían para Granada.

Si se respetan todos los puestos de trabajo, y las fuentes consultadas por este periódico no tienen duda de que así será, Jara mantendría la palabra que dio cuando presentó los resultados económicos de la entidad correspondientes a 2009. Dijo entonces que este año no habría ningún despido y también apuntó a la posibilidad de que hubiera que cerrar alguna oficina, algo que se va a cumplir a cuenta de la fusión fría.

Fundamentalmente, CajaGranada perderá las sucursales que tiene en ciudades donde operan sus socios, porque el acuerdo incluye que cada caja mantenga la hegemonía en el lugar donde la ha tenido hasta ahora. En consecuencia, es muy probable el cierre de oficinas en lugares como Barcelona, Tarragona, Murcia o Cartagena. También algunas de Andalucía. Es algo que ya se preveía -por culpa de la crisis económica- y que ayer minimizaron las fuentes ya reseñadas. La caja granadina tiene 409 oficinas, así que se desprende de menos del 10%

Pero, a cambio de ese contratiempo, CajaGranada será la que lidere el nuevo grupo en el territorio andaluz, y eso implica una probable expansión por Andalucía Oriental. Además de afianzarse en su feudo tradicional, tendrá más peso en Jaén -donde ya lo tiene- y en Almería. Si bien esa plaza también tiene otro pretendiente, Caja Murcia, la entidad granadina parece partir con clara ventaja.

Todas estas cuestiones y algunas más van a ser sin duda objeto de diálogo y discusión entre los cuatro nuevos socios durante los próximos meses. Por explicarlo de alguna manera, lo que decidieron el miércoles fue irse a vivir juntos -aunque manteniendo cada cual su grado de independencia- y ahora hay que ver cómo se organizan.

En ese sentido, y aunque sea por una simple cuestión de tamaño, parece previsible que Caixa Penedés y Caja Murcia lleven la voz cantante. La entidad levantina dispondrá de un 39% de la nueva sociedad y la catalana, de un 27%, mientras que CajaGranada tendrá una participación del 19,5% y la balear Sa Nostra, un 14,5%

Posiblemente por ese motivo, los principales cargos del Consejo de Administración del nuevo órgano son para ellos. Carlos Egea, de Caja Murcia, será el presidente y Ricard Pagés, de Caixa Penedés, ocupará el puesto de vicepresidente. Antonio Jara será el secretario y Fernando alzamora, presidente de Sa Nostra, estará al frente de la Comisión de Auditoría.

Tendrán que discutir, y a fondo, qué porcentaje de prejubilaciones y cierre de sucursales le corresponde a cada cual, así como otras muchas cuestiones más técnicas. Todas, naturalmente, tratarán de defender sus intereses al máximo y habrá tiras y aflojas.

La idea es que todos esos detalles se concreten en los tres próximos meses, de manera que el protocolo de intenciones acordado en los consejos de administración del miércoles se plasmen, ya en septiembre, en un documento oficial que tendrán que ratificar las respectivas asambleas, con el imperativo de que el acuerdo deberán respaldarlo al menos dos de cada tres componentes de la misma.

Y luego queda lo del nombre con el que el grupo operará en el mercado. Pero eso, posiblemente, no se sabrá hasta enero.

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