Granada

El Campo del Príncipe amanece salpicado de huellas de botellón

  • Los vecinos alertan del aumento del ruido

  • Cada fin de semana aparecen botellas y vasos que dejan los grupos de jóvenes

El espectro del botellón sigue sobrevolando el centro de Granada con pequeños conatos que, aunque no se parecen en nada a los que inundaban el botellódromo hace unos años, sí dejan tras de sí un rastro de incivismo en forma de basura y otros objetos 'abandonados'. El último caso en ser denunciado data del pasado sábado y se emplaza en uno de los lugares más turísticos y céntricos de la ciudad: el Campo del Príncipe.

Ayer, un vecino del Realejo se encontró con una estampa que le empujó a hacer una denuncia pública mediante las redes sociales: la plaza del Campo del Príncipe llena de botellas, vasos, bolsas de plástico e incluso un sofá. Huellas de un botellón celebrado la citada noche de un grupo mediano de personas a juzgar por la cantidad de basura esparcida tanto en el suelo como los árboles.

Desde la asociación no se ha formalizado ninguna denuncia por este sucesoDeclaran que esta estampa suele aparecer en las mañanas de los fines de semana

Que la razón de estos conatos sea la actividad de la discoteca Prince es una opción barajada por los vecinos de la zona aunque no la sentencian como absoluta. "Todos los días hay quejas por los ruidos, el del sábado fue sobre las 2:00 de la madrugada", dice Alejandro Corral, presidente de la Asociación de Vecinos del Realejo que matiza que, a juzgar desde donde llegaba el ruido, posiblemente hubiera pequeños grupos de personas esparcidos por otras zonas del barrio.

Desde la asociación apuntan que aunque a día de hoy no han formalizado ninguna denuncia, sí han expuesto esta problemática de los ruidos y las basuras en el mirador de Almanzora o la plaza Fortuny ante la Junta Municipal de Distrito.

Es la primera vez que esto sucede en el Campo del Príncipe por lo que no se ha llegado a avisar a la Policía Local, aunque los vecinos de las plazas antes mencionadas sí han llegado a hacerlo en otras ocasiones y por el mismo motivo.

Dejar basuras empieza a ser un tema recurrente en la zona. Así lo corrobora, según Corral, el barrendero, que comenta a los vecinos que suele recoger los desechos de pequeños botellones: en el mejor de los casos metidos en las papeleras que amanecen atiborradas de botellas y otros objetos y en otros en las mismas condiciones que revelan las fotografías.

Los vecinos lanzan un alegato pacífico y con espíritu conciliador en un barrio que, apuntan, tiene más censados menores de 35 años que mayores de 65. "No queremos que la gente no salga ni que no se divierta", explica el presidente de la asociación, pero sí "que se haga sin molestar a los vecinos y dejando el espacio limpio".

los dos niveles de limpieza.El barrendero que suele ocuparse de esta zona del Realejo asegura que cada vez es más normal en su trabajo tener que ocuparse de este tipo de suciedad. Es cierto que asegura que hay mañanas en las que todas las botellas están recogidas en las papeleras, aunque otras veces se encuentra con imágenes como esta. A fin de cuentas, el botellón entra en escena.

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