Granada

Cano Bueso y la espinita clavada de la Cuenca del Guadalquivir

  • El presidente de la institución dice que se impuso un concepto técnico a un "contexto vital evidente"

Juan Cano Bueso, presidente del Consejo Consultivo, tuvo una amplia intervención en la que no sólo defendió la vigencia y la necesidad de la institución que representa, sino que también repasó algunos de los más polémicos asuntos en los que se vio envuelta la administración andaluza durante el pasado ejercicio, desde la creación de agencias públicas hasta la decisión del Tribunal Constitucional que restringe las competencias sobre la Cuenca del Guadalquivir.

Sobre el funcionamiento del Consultivo, Cano Bueso destacó que hay un dato que habla por sí solo de su eficacia. "Cuando sólo un 4% de las resoluciones administrativas se apartan de lo que esta institución ha dictaminado, eso quiere decir que existe una sintonía básica en el ajuste a la legaliadd de los comportamientos administrativos", detalló.

Respecto a la creación de las agencias públicas, recordó que los dictámenes del Consultivo han sido en el sentido de que la constitución de "personas jurídico-privadas" para el ejercicio de competencias legalmente encomendadas a las administraciones públicas "es lícita siempre que no se violenten los límites, garantías y controles derivados del marco constitucional, estatutario y legal".

También incidió en que mientras que los puestos de personal laboral podrán ser "funcionarizados" en virtud de una decisión "autoorganizativa", los que hayan de reservarse a personal funcionario "no podrán ser laboralizados cuando supongan el ejercicio de funciones que impliquen la participación directa o indirecta en el ejercicio de las potestades públicas o en la salvaguardia de los intereses generales".

Respecto al Guadalquivir, dijo que Andalucía "no ha sido tratada con ecuanimidad" y en cambio "ha sufrido el rigorismo jurídico que la presión política y mediática había reclamado para el Estatuto de Cataluña". A su juicio, al final el principio de "unidad de cuenca", un concepto "puramente técnico", se impuso a "un evidente contexto vital existente". Griñán, por su parte, se comprometió a "acatar" esa sentencia y "hacer lo posible" por cumplirla.

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