Granada

Casas sin gente; gente sin casa

  • En el centro hay miles de viviendas desocupadas, una situación que convive con la progresiva expansión a la periferia y con un desorbitado precio del metro cuadrado

"Gente sin casa, casas sin gente", gritaban el martes los okupas que acababan de ser desalojados de la Cuesta del Pescado. Y hasta los que menos de acuerdo estén con su filosofía de vida tendrán que conceder que ahí llevan toda la razón. En Granada, como en casi toda España, se produce esa contradicción.

¿Cuántas casas desocupadas hay en la capital? A falta de un censo oficial -que el Centro de Investigación y Documentación Científica de la Universidad está elaborando, a solicitud del Ayuntamiento- hay que echar mano de cifras oficiosas. El grupo municipal de Izquierda Unida calcula unas veinte mil, una cifra a la que se adhiere la Asamblea V de Vivienda, aunque desde ahí agregan "las muchas que se acaban de hacer o que se están construyendo y que no se venden".

De ser cierto, eso supondría que estaría vacía prácticamente una de cada seis viviendas de la capital, que son 126.095, según los datos del Impuesto de Bienes Inmuebles. Más prudentes son los cálculos de la empresa municipal de aguas, Emasagra, que en un reciente informe apuntó que casi tres mil casas de la capital no consumen agua y más de 1.200 ni siquiera tienen contador.

Aunque sólo fueran tres mil, ya sería una cifra significativa en una ciudad donde las hipotecas pesan como una losa y en la que el metro cuadrado se cotiza a una media de 2.645 euros. Y eso, en el caso de una vivienda de segunda mano.

Manuel Morales, concejal de IU, tiene claro que hay que apostar por recuperar las casas vacías y por hacer que el centro "gane en calidad de vida" en vez de seguir acometiendo un crecimiento por el extrarradio que, por añadidura, pone en peligro la Vega. "Deberían adoptarse medidas como gravar el IBI de las viviendas desocupadas o fomentar que sus propietarios las incluyan en el mercado de alquiler, incluso expropiándolas si están mal conservadas, como está ocurriendo en Sevilla", son dos de sus recetas.

"No hace falta construir tantas viviendas protegidas como han prometido los partidos. En vez de eso, se debería hacer ver a los propietarios que no sólo tienen derechos, sino también obligaciones", abunda un portavoz de V de Vivienda, que prefiere omitir su nombre y que comparte con Morales la idea de que hay que revitalizar el centro, que ahora ve condenado a ser una especie de parque temático para los turistas. "Habrá hoteles, restaurantes y sitios, pero la gente se tendrá que ir a vivir a Cenes", advierte.

Francisco Cuenca, delegado de Obras Públicas de la Junta, insta al Ayuntamiento a que coja el toro por los cuernos, dé sentido "a la Ley de Alquiler" y haga "una apuesta decidida por la reforma y puesta en el mercado de muchas viviendas vacías, como ya le hemos solicitado en varias ocasiones". Cuenca puso como ejemplo las actuaciones que ha realizado la Oficina de Rehabilitación del Bajo Albaicín, donde entiende que los propietarios, pese a sus reticencias iniciales, ahora "ven los beneficios".

Esas ventajas, agregó, serían finalmente para todos los usuarios, "porque los precios se abaratarían", y estarían exentas de las "contrapartidas" que entiende que sí se han dado en otras zonas mejoradas, como Santa Adela. No obstante, Cuenca y Morales reconocen que los vecinos de allí están razonablemente satisfechos con la actuación que acometió el Ayuntamiento. Y el representante de V de Vivienda concede que ese tipo de procedimientos es "un mal menor".

"No tiene sentido un crecimiento en la periferia si se va a dejar vacío el centro", añadió el delegado, que por lo demás dejó claro que, aunque se demuestre que es cierto que Granada necesita 17.000 nuevas viviendas -es lo que prevé el nuevo Plan General de Ordenación Urbana- eso no significaría que se le permitiera construir en cualquier parte. "Si no hay una justificación clara, no se va a desclasificar suelo protegido", zanjó.

Desde la gerencia de Urbanismo, el mensaje es que ese estudio encargado a la empresa dependiente de la Universidad va a ser determinante para adoptar medidas con posterioridad. Por lo pronto, apuntó un portavoz, de lo que se trata es de ver cuál es el estado real del parque inmobiliario local. Pero aunque ese informe hablara de miles de viviendas vacías, eso no tendría por qué desbaratar el plan municipal de hacer 17.000 durante los próximos diez años. "Porque a lo mejor se trata de segundas residencias", indicó el portavoz.

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