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El Chanquete World Music cierra a lo grande el verano

  • Una enorme variedad de géneros y buen rollo dieron fin en Nerja (Málaga) a la escena estival.

  • El evento transcurrió sin incidentes y cumpliendo expectativas.

Un grupo de asistentes, frente a uno de los escenarios del Chanquete.

Un grupo de asistentes, frente a uno de los escenarios del Chanquete.

Un festival que nace con el objetivo de ser el cierre oficioso del verano tiene una enorme responsabilidad, pero cuando se trata de un cartel tan afianzado como el del Chanquete World Music, celebrado en Nerja (Málaga) entre la tarde del sábado hasta la madrugada del domingo, tiene mucho, mucho ganado. Y sobrepasó un año más las expectativas.

El público lo pasó genial durante los conciertos. El público lo pasó genial durante los conciertos.

El público lo pasó genial durante los conciertos.

La apuesta contaba con aires de chiringuito (con el sol acompañado, la gota fría fue la del vaso de cerveza rebosando), con rumba-rock electrónica, reggaeton o trap en 14 horas de show sin descanso. Hubo espacio para clásicos de estas citas como El Canijo de Jerez, Miguel Campello, Macaco o Mala Rodríguez y otros que optan a la mayor gloria del verano como Kidd Keo, Trashtucada o Little Pepe.

Abrió las puertas del festival el malagueño Arkadios, con prosa del nuevo rap para generar un primer ambiente de acogida. Las cuatro de la tarde en los festivales son el momento de las fotos, los encuentros y reencuentros, la expectación ante la noche. Se fue animando el respetable chanquetero en las primeras horas con Little Pepe y Kidd Keo, dos expresiones diferentes de una raíz urbana.

Para el malagueño Little Pepe, puntal del reggae y a punto de sacar nuevo disco “jugar en casa se disfruta mucho. Era mi primera vez aquí, pero me encanta mi trabajo y poder disfrutar de festivales como éste. Hay sitio para muchos géneros dentro de la música urbana”, indicaba tras bajarse del escenario.

Los asistentes llegaron de todas partes de Andalucía y España. Los asistentes llegaron de todas partes de Andalucía y España.

Los asistentes llegaron de todas partes de Andalucía y España.

El alicantino Kidd Keo, trapero y por ende ostentoso, hizo subir la temperatura y aprovechó su enorme fuerza en el escenario para ganarse al Chanquete. “Conforme hemos estado arriba, se han emocionado, han saltado que flipas. Había gente para muchos públicos. Este festival es muy diverso, hay gente que no tiene nada que ver conmigo, y público que acaba conociéndote”.

Triple X tomó el relevo abundando en su potente rap más puro, partícipes y herederos de lo mejor de la escena en los últimos años. Les siguieron los inconfundibles Trashtucada, grupo chiclanero que puso el calor a una tarde que ya barruntaba lo mejor de la noche. Curtidos en mil y un festivales, los gaditanos llevaron mensajes de compromiso social con ritmos y arranques dentro de lo calificable como Sur. “Es actitud, es energía, el público tenía ganas y no importaba quién había venido a ver a un grupo o a otro. Este festival te permite llegar a gente muy distinta”. En su estilo guerrillero, llevaron un mensaje contra el racismo, “evitando mucho de la superficialidad, es necesario llevar un mensaje a través de la diversión”, explicaban entre bambalinas.

El público, en pleno culmen pasada la media noche. El público, en pleno culmen pasada la media noche.

El público, en pleno culmen pasada la media noche.

Precisamente, el compromiso por la integración ya iba en el ADN de este festival, cuya parte de su plantilla estaba conformada por personas que llegaron a España con el estatuto de refugiados, de la mano de CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado). El director del Chanquete World Music, Miki Gutiérrez, explicó que el evento, que alcanzaba su cuarta edición, “se está afianzando en un sitio maravilloso como es la playa de El Playazo en Nerja, y está saliendo todo genial porque hasta el tiempo nos ha acompañado”.

A las ocho y media ya estaba sobre el escenario Nach, todo un referente del rap español desde los años 90. Su estilo de rap clásico tuvo un toque intergeneracional, con los asistentes más veteranos recordando otros tiempos de hip-hop y con la generación trap haciendo un viaje a las esencias. Miguel Campello, aún recordado en su etapa de El Bicho, subió al escenario en la hora redonda desplegando éxitos que son música de cabecera de los festivales en Andalucia y toda España, con su estilo de experimentación rumbera. Para el público fue un subidón, llevados por el compás de tambor y la fuerza de su directo.

Y llegó La Mala Rodríguez, una de las cabezas del cartel, que no olvidó su ‘Trato’ y cerró con ‘Aguante’. Sus ritmos, trasnversales, sonaban más rap o más latino según el tema y manejaba a su antojo el Chanquete. Blanca, Paula y Noelia, de Nerja, decían tras la actuación que “la variedad y el sello del festival hacen que te lo pases bien, es una de las mejores cosas del año. En un día tienes a artistas de mucho nivel”. Desde La Carlota, Sergio repetía por tercera vez y disfrutó “sobre todo el ambiente, te lo pasas genial”. “Es muy alternativo, menos el trap, que me gusta menos, el resto del festival me ha encantado”, decía Blanca, de La Carlota.

Un momento de la actuación de Natos y Waor. Un momento de la actuación de Natos y Waor.

Un momento de la actuación de Natos y Waor.

Macaco, siguiendo la estela de Campello, volvió al reggae más pop y puso encima de la propuesta una propuesta que nunca falla en este tipo de festivales. Natos y Waor, puro hip-hop, tenían muchos seguidores que multiplicaron el ambiente en un festival que encaraba sus últimas horas. Cerca de las dos de la mañana llegó uno de los momentos culmen, la actuación de El Canijo de Jerez, quien percutió una actuación con aires de despedida del verano. “Tocamos la semana que viene en Bilbao, hoy acabamos la gira en Andalucia. Os habéis hartado de comer, de beber, de bailar, ¿qué más queréis de este verano? Siempre recordaremos el verano de 2019”, dijo el jerezano durante una actuación en la que acabó manteado entre el público.

El Canijo de Jerez volvió a ser uno de los que mejor se desenvolvió en el escenario. El Canijo de Jerez volvió a ser uno de los que mejor se desenvolvió en el escenario.

El Canijo de Jerez volvió a ser uno de los que mejor se desenvolvió en el escenario.

Uno de los éxitos del verano vino de la mano del trapero, rapero o reggaetonero (o todo a la vez) Don Patricio, que con su grupo Locoplaya realizó una actuación desenfadadísima para los que continuaban con fuerzas a eso de las tres de la mañana. Pero los canarios resolvieron sin problemas a pesar de que algunos llevaban sin parar desde las cuatro de la tarde. Por supuesto, el momento culmen llegó con ‘Contando lunares’, quizás canción del verano para muchos, aunque otros temas con menos reproducciones en lo digital fueron también ‘gran reserva’ y demostraron que el ‘rollazo’ canario va a quedarse más allá de 2019.

Un photocall puso más ambiente al evento. Un photocall puso más ambiente al evento.

Un photocall puso más ambiente al evento.

Como cierre, DJ Nano y Les Castizos acabarían cerrando el Chanquete a las seis de la mañana tras sendas actuaciones, de la electrónica más bailable para todo tipo de público hasta el dance más disfrutado por los incondicionales del género. Magnífico culmen para un cartel que supo tomarle el pulso a lo más interesante del verano, para todo tipo de público de festival, desde el que va como con telescopio buscando estrellas hasta el que se deja llevar por la propuesta. Mientras el plato siga igual de bien cargado de artistas, mientras continúe el buen rollo, el Chanquete seguirá siendo el mejor festival de cierre del año. Faltaron las uvas, las campanadas. Faltó el champán. Con este adiós, lo que queda es echarse encima recuerdos para aguantar hasta el inicio del periodo de 2020. Que sea leve la espera.

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