Dos nuevas protestas contra las medidas adoptadas por los Gobiernos central y autonómico tuvieron lugar ayer por las calles de Granada. Y ya van unas cuantas. El movimiento Stop Desahucios y los Sindicatos de Comisiones Obreras y UGT organizaron distintas concentraciones que quisieron mostrar el descontento y el hartazgo con el que se contemplan desde la calle el conjunto de medidas llevadas a cabo por las Administraciones en materia de política social.

La propuesta por las agrupaciones sindicales tuvo lugar en los Jardines del Triunfo. Sin embargo, no se quedó en una raya en el agua dentro del mapa andaluz. El resto de provincias también se sumaron a las acciones de condena contra lo que consideran un abuso en los derechos de las personas. De acuerdo a las cifras aportadas por los propios convocantes, más de 38.000 personas se echaron a la calle en toda la comunidad autónoma, varios miles en Granada. En el horizonte, la disconformidad con los "recortes, las privatizaciones y el ataque a los derechos sociales y laborales" de los ciudadanos consumados por Mariano Rajoy y su equipo.

El secretario de Juventud de CCOO en Granada, Rafael León, ya alentó a los jóvenes para que asistiesen a la concentración para luchar "por su presente y futuro". "Exigimos a las Administraciones que pongan en marcha medidas que apoyen a los jóvenes", declaró hace unos días. Y es que los recortes y las decisiones políticas de los últimos tiempos están conduciendo a que todo por lo que lucharon hace siglos los trabajadores se esté perdiendo en pocos años. "Aunque desde algunos sectores se hable de recuperación económica, las condiciones laborales no van a ser las mismas, ni si quiera dignas ni decentes; si tenemos en cuenta que ya en 2007 no las había, ahora tampoco las va a haber, incluso, van a ir a peor", aseguró la secretaria de Juventud de dicho sindicato en Andalucía, Elisabeth García.

El Partido Popular, aún así, no fue el único acusado de haber provocado la situación actual. El PSOE andaluz celebraba un congreso extraordinario en la ciudad y el grupo Stop Desahucios de Granada aprovechó la ocasión para hacerles saber, allí donde se encontraban, que el asunto también iba con ellos.

Unos 200 manifestantes, según datos de los propios convocantes, se personaron en la puerta del Palacio de Congresos -lugar donde se celebró la reunión socialista- para demandar el cese en los "cortes de luz, agua y gas" en las viviendas andaluzas. El objetivo de la manifestación, como indicaron, era "continuar con la campaña" del Movimiento Andaluz por la Vivienda.

Los protestantes, a su pesar, no pudieron expresar libremente todo por lo que se habían reunido. Al menos, únicamente pudieron hacerlo durante un período corto de tiempo. Ante pancartas con lemas como "La vivienda no es un lujo" o "No más muertes", varios agentes de la Policía Nacional impidieron que la concentración se mantuviese en la entrada del Palacio de Congresos.

De acuerdo a lo explicado por el movimiento Stop Desahucios, varios efectivos policiales les instaron a separarse a más de 50 metros de allí. Según un comunicado del grupo, incluso, con algún que otro empujón incluido.

Todos los militantes socialistas fueron los destinatarios de los gritos y protestas. Especialmente, la mayoría se dirigieron hacia la figura de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Las exigencias giraban en torno a una premisa: que la Administración autonómica evitase que las empresas abastecedoras de agua, luz y gas tuviesen la posibilidad de cortar esos suministros en los hogares. Todo porque, según las referencias del grupo anexo al 15M, en los últimos dos años se ha cortado la luz a más de medio millón de familias por impago, mientras empresas como Endesa mantienen unos "beneficios estratosféricos".

La corrupción fue el otro punto de crítica de ambas concentraciones. Dos que se suman a las numerosas ya celebradas durante todo este último año. Parece que el revuelo en las calles no hace otra cosa que crecer.