Granada

Conectados en primera línea

  • El paisaje de las playas ha cambiado con las nuevas tecnologías Los móviles, las tablets y los libros electrónicos condicionan también en verano las relaciones sociales y evitan que se desconecte en vacaciones

A nadie le ha pasado desapercibido que la estampa de las reuniones familiares y de amigos en la playa ha cambiado. Si hace unos años lo que se hacía era jugar a las cartas, leer, hacer castillos de arena con los niños, escuchar música o simplemente observar el mar, ahora lo que se hace es hablar por el móvil, ver el correo electrónico, el wasap, conectarse a las redes sociales o entretenerse (mayores y niños) con aplicaciones de móvil, juegos y hasta películas.

La situación podría parecer inofensiva pero nada más lejos de la realidad. Esta nueva conducta social es peligrosa porque genera adicciones y puede sobre todo afectar al normal desarrollo social de los niños y jóvenes. Por lo que hay que tener un control. Además, la conexión a internet con el móvil permite por ejemplo que se consulten continuamente los correos electrónicos del trabajo, lo que evita la desconexión con el medio que se necesita en el periodo de vacaciones para desestresarse y recargar pilas para el próximo curso.

Los psicólogos están preocupados por esta situación y advierten de los riesgos. "Nosotros tratamos muchos casos de adicciones y es un problema que cada vez afecta a gente más joven. El panorama cambió sobre todo con el acceso a internet desde el móvil y las redes sociales, que han hecho que haya ahora un exceso de comunicación e información descontrolada que condiciona las relaciones sociales", explica Carmen Salazar García, de la sección de psicología clínica de Granada del Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental.

El problema es cuando esta costumbre pasa a los niños. Y ahora en las playas y piscinas es habitual ver a los menores con los móviles de los padres o tabletas. "Es una forma fácil para descansar los padres. Es un canguro fácil porque así anulas al niño, pero es una pena cuando las vacaciones son una vez al año y lo que hay que hacer es estar juntos", asegura la psicóloga, que advierte del riesgo de convertir con estas prácticas en potenciales dependientes a los niños. Y son ya altas las cifras de menores y adolescentes con problemas con las nuevas tecnologías y las redes sociales, que ocasionan grandes problemas en las familias. "Las redes sociales y las nuevas tecnologías no son negativas, lo importante es el uso que se hace".

Por eso hay que actuar. Y los expertos dan una serie de recomendaciones tanto para mayores como para los niños. "Si a los adultos nos cuesta desconectar, a los niños también, por lo que hay que poner una serie de normas. Y los padres tienen que predicar con el ejemplo porque no puedes negar jugar al teléfono a un niño y luego estar tú con él", asegura.

Una buena recomendación es fijar pautas de uso. En la playa, por ejemplo, hay que jugar, disfrutar, bañarse y descansar y a la hora de comer, participar en familia, por lo que un buen momento para permitir el uso puntual de estas herramientas podría ser después de la comida, durante el rato de la siesta. En la mesa, evitar estar con los teléfonos encima para no aislarse del resto de miembros.

"Sobre todo es importante quitar los sistemas de alarma y avisos porque hacen que estemos pendientes todo el rato. Hay que fijar una hora para actualizarlo y el resto del tiempo usarlo sólo como lo que es, un teléfono", matiza la psicóloga.

Es cierto que los niños tienen mucha energía pero hay que disfrutar de hacer otras actividades diferentes a las del resto del año. Siempre ha podido ser sin tanta ayuda tecnológica y ahora también.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios