Algo más de 150 personas se concentraron en Motril para protestar por la construcción de un muro en diferentes puntos del paseo marítimo de esta localidad que impide el acceso de vehículos a las playas del Cable y Poniente. Hubo representación de casi todos los grupos políticos del Ayuntamiento motrileño y de asociaciones de empresarios y comerciantes de la Costa y de los Chiringuitos, además del senador del PP José Antonio Robles.

La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, recordó que la decisión de Costas ha generado malestar por la forma "unilateral y con alevosía" llevada a cabo por el organismo, y que para la regidora de la ciudad supone "el certificado de defunción para la playa, históricamente, más popular de Motril".

La alcaldesa, que anunció nuevas acciones si en el plazo de una semana no hay una solución sobre la mesa, avisó de que la playa se puede convertir en una "ratonera" en caso de una emergencia sanitaria al no disponer los vehículos de accesos adecuados los vehículos de emergencia.

"Entendemos que hay que hacer las cosas bien y siempre buscando el entendimiento. No nos gusta lo que están haciendo en nuestras playas, afirmó la secretaria general del PSOE en Motril, Flor Almón.

Por su parte, Jerónimo Salcedo, presidente de la Asociación de Empresarios de la Costa mostró su "preocupación y apoyo al sector hostelero y los chiringuitos, que se pueden ver seriamente perjudicados por la decisión adoptada por Costas".

La zona apareció en la mañana del domingo con pintadas contra la decisión adoptada por la Dirección General de Costas y con los carteles y señales de tráfico que prohíben el acceso completamente borrados con pintura. La actuación pretende regenerar una zona deteriorada por el paso de vehículos y recuperar vegetación de la ribera de la playa.