Dicen que no buscan a Federico García Lorca pero podrían estar bastante cerca. La Junta de Andalucía disipó ayer en todo momento cualquier vinculación entre la búsqueda del poeta y la futura delimitación de las fosas comunes existentes en el Barranco de Víznar. Sin embargo, no hay que olvidar que este territorio es otra de las opciones que algunos historiadores han barajado a lo largo de años como posible ubicación de los restos mortales del poeta granadino.

En concreto, el hispanista francés Claude Couffon, el primero que investigó el asesinato de Lorca en 1948, afirmó en su libro A Grenade, sur le pas de García Lorca (1962) que el poeta podía encontrarse en una fosa común en el Barranco de Víznar.

Nuevamente, en el año 2004, el historiador francés constató 42 años después en una entrevista a este periódico que no había cambiado de opinión. Según explicó, después de la Guerra Civil, Couffon realizó diversas visitas a la zona, en los años 1946 y 1948, cuando el paisaje era muy diferente: "Todo estaba desértico, no había ni un solo pino. En el Barranco de Víznar se veían las ondulaciones de las fosas. Fue allí, según me dijeron entonces, donde asesinaron a Federico", dijo.

Aunque también es cierto que ésta es solo una teoría más. Pues los historiadores han cambiado la ubicación en diversas ocasiones como consecuencia de los diversos rumores que se oyeron en la época que también lo situaron en Alfacar, en el actual Parque García Lorca, donde después de una gran excavación, se constató que solo había rocas.

Por su parte, el historiador y periodista Gabriel Pozo, a día de hoy, defiende que Lorca debe estar en una curva "a mitad de camino enfrente del cortijo del Pepino". Un terreno que tiene numerosas dificultades, entre ellas según explicó "más de 2 metros de escombro encima".

Con respecto al anuncio de la Junta de delimitar la zona, Pozo se mostró a favor, pues según su opinión, se hace necesario dignificar y reconocer estos espacios, para que las siguientes generaciones los conozcan y aprendan que son hechos que nunca se deben repetir. No obstante, afirma que "hay que informar y no revisar la historia".