Granada

Cuerva se pone al frente de la Cámara

  • El presidente de la CGE, elegido nuevo líder de la corporación por unanimidad y sin oposición "Hemos demostrado que somos capaces de ponernos de acuerdo por el bien de nuestra tierra"

No hay guión que valga en la Cámara de Comercio. Aunque el nombre de Gerardo Cuerva venía sonando desde hace semanas como una de las opciones para liderar el equipo que se hará cargo de la institución hasta la convocatoria de elecciones, no fue hasta ayer mismo por la mañana cuando se confirmó que sería el también presidente de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE) el que daría un paso adelante para ponerse al frente de la Cámara. El salón de plenos de la sede de Luis Amador hacía tiempo que no estaba tan lleno: 23 de los 27 vocales de la Cámara -tres no asistieron por encontrarse fuera de Granada- se presentaron para participar en un encuentro clave en el que tendrían que designar a su presidente y a los tres puestos vacantes del Comité Ejecutivo.

Apenas veinte minutos después de que comenzara el pleno -al que acudieron tanto el ex presidente Federico Jiménez como su antecesor en el cargo, Javier Jiménez-, sonaron los aplausos que indicaban, fuera de toda duda, que la Cámara tenía nuevo presidente de transición. Gerardo Cuerva, único candidato, fue proclamado presidente sin oposición; al igual que Joaquín Rubio como tesorero, y Carlos Navarro y Manuel Fuentes, que volvía al comité tras su dimisión en septiembre, como vocales. Tras su nombramiento, y una foto de familia en la que quisieron escenificar la unidad de los miembros del pleno, el nuevo presidente de la Cámara aseguró sentirse "orgulloso" y respaldado por los empresarios que forman parte de la organización cameral.

"He sido el único candidato, por tanto todo el mundo consiente, admite y quiere que presida en este proceso la Cámara de Comercio", indicó Cuerva, que aseguró que "no hay cosa más bonita que alguien confíe en ti", por lo que el hecho de que "todos y cada uno de los miembros del pleno confíen en que sea el presidente, halaga mucho". De hecho, el presidente de la Cámara aseguró que ayer los empresarios dieron "una lección", confirmando que "con voluntad se llega a acuerdos". "Hemos demostrado que somos capaces de ponernos de acuerdo por el bien de nuestra tierra".

Cuerva -que agradeció a los dos ex presidentes de esta última etapa y al presidente en funciones, Gregorio García, su "máxima generosidad" y su dedicación al gobierno de la Cámara-, reconoció que la que queda por delante es "una época complicada", por lo que pidió a los miembros del pleno "responsabilidad, compromiso y lealtad" para poner a la Cámara en el lugar que se merece. "Tenemos que cerrar la puerta, ordenarnos y ponernos en la mejor posición para afrontar el futuro". Por su parte, aseguró que su compromiso con la Cámara "es serio y real" y que "intención, voluntad y trabajo no van a faltar".

Sobre la duplicidad de cargos al frente de la CGE y de la corporación, Cuerva aseguró que "sin duda es compatible" puesto que se trata de "equipos paralelos y complementarios", y recordó que Sebastián Ruiz ya fue durante once meses presidente de las dos instituciones de representación empresarial. "Lo que hoy nos ocupa y nos preocupa es la Cámara. No podemos perder una herramienta tan potente como esta". Además, Cuerva aseguró que el rechazo al desembarco de la CGE en la corporación -que ha motivado buena parte de las guerras internas en la institución-, no tiene fundamento. "Los pasos se irán dando y el que sea incrédulo, creerá cuando lo vea. No vamos a venir con tijeras ni con furgones para llevarnos nada. Que a nadie se le nuble el pensamiento y crea otra cosa: lo que nos preocupa es el futuro de la Cámara".

El plan de futuro de Cuerva pasa por la creación de tres comisiones de trabajo, coordinadas por miembros del Comité Ejecutivo y compuestas por miembros del pleno y trabajadores. La primera se encargará de "poner orden en la gestión ordinaria", tomando medidas, por ejemplo, en cuanto al nombramiento de gerente y secretario general. La segunda se centrará "en el día a día de la gestión presupuestaria" en unos momentos especialmente complicados para todas las cámaras; y la tercera se dedicará a "normalizar" las relaciones laborales en el seno de la corporación, bastante deterioradas desde hace tiempo.

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