Granada

Cultura amenaza con sancionar al alcalde si no acaba con los grafitis

  • Benzal afirma que la Delegación no tiene Policía Local ni puede imponer sanciones a los ciudadanos que deterioren el patrimonio y critica el estado de abandono de la ciudad por lo que exige medidas inmediatas

Al delegado de Cultura, Pedro Benzal, se le ha acabado la paciencia con el Ayuntamiento de Granada. Así lo dijo ayer en la rueda de prensa que ofreció para criticar su actitud de desidia y dejadez en el cuidado del patrimonio, de forma muy especial por la proliferación de grafitis en barrios históricos como el Albaicín o el Realejo, "barrios llenos de porquería visual.

"Tengo mucha paciencia pero estoy harto de denunciarlo en los despachos y no sirve de nada. Iba a hacerlo públicamente a principios de enero pero quise esperar a que pasase Fitur. Ahora estoy en la obligación de hacer una llamada de atención pública", sentenció Benzal, quien amenazó al equipo de Gobierno local con la interposición de sanciones económicas que pueden oscilar enre los 100.00 y los 300.000 euros.

Benzal manifestó su preocupación por el "creciente deterioro" del patrimonio de Granada y exigió al alcalde que tome medidas al respecto y "deje de tener a la ciudad tan abandonada".

Benzal adivirtió al Consistorio que la Delegación de Cultura no tiene Policía Local ni la posibilidad de imponer sanciones a aquellos que deterioran directamente el patrimonio urbano pero, si se sigue incumpliendo la legalidad, está dispuesto a todo para actuar en el sentido anunciado: "Vamos a pasar a todo lo que tengamos que pasar".

Aunque el delegado de Cultura se mostró ayer combativo matizó que está abierto al diálogo con el equipo municipal. Benzal se puso "a la entera disposición" del Consistorio para buscar conjuntamente soluciones al problema, entre las que apuntó la posibilidad de crear una unidad policial especializada en el cuidado del Patrimonio urbano.

Pero se mostró conciliador sólo a medias. El delegado aprovechó ayer la coyuntura para darle un tirón de orejas al Ayuntamiento de Granada en general y al concejal de Patrimonio en particular. "La única actuación que ha llevado a cabo desde que llegó ha sido intentar vender Patrimonio", afirmó en referencia a la puesta en venta de algunos edificios históricos de la ciudad, como la casa Agreda.

En una carta remitida al alcalde, el delegado de Cultura asegura que los esfuerzos del Ayuntamiento han sido" tímidos" y que no se han materializado "en una eliminación necesaria de tanta porquería".

Con esta denuncia la Delegación se suma a la actuación que emprendió el Centro Unesco de Andalucía. El presidente, Miguel Carrascosa, ya alertó hace unas semanas del problema de las pintadas en el Albaicín, un barrio declarado Patrimonio de la Humanidad, junto con la falta falta de la limpieza o el escaso cuidado por parte de sus propios habitantes.

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