La situación del servicio de Protección de Menores va de mal en peor, según denuncian los trabajadores, que llevan ya más de dos meses concentrándose cada miércoles por la falta de medios y de recursos humanos para dar una correcta atención a los niños. El Defensor del Pueblo andaluz y Defensor del Menor, José Chamizo, ha estimado la queja que habían presentado y ha pedido informes sobre la situación a la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, de la que depende el servicio.

Si ya venían quejándose de que hacía falta aumentar la plantilla para poder atender a los menores y realizar el seguimiento oportuno de cada caso, ahora la situación se ha agravado, denuncian, tras la marcha de cuatro auxiliares administrativos y varios técnicos la semana pasada por finalización de contratos, según informó ayer el colectivo en una nota de prensa. "Esto supone que algunos menores pueden perder la posibilidad de un contrato de trabajo -en el caso de los mayores de 16 años- porque no hay nadie que pueda tramitar la documentación que les hace falta. Y también pueden tener problemas para conseguir los permisos para ir con su familia o para recibir atención sanitaria", explica una trabajadora social del servicio, Concepción Hurtado.

Los menores inmigrantes son los que se están viendo más afectados, explica Hurtado, ya que se ha cesado además a la única mediadora intercultural que había y que llevaba ocho años trabajando allí. "Hay más de 500 menores marroquíes y ahora no hay nadie que hable su idioma", relata. La comunicación con ellos y los trámites para ponerse en contacto con sus familias, para reubicarlos o para facilitar su inserción se complican enormemente sin esta figura.

Hurtado -que sostiene que van a continuar con las movilizaciones y que han pedido a la delegada, Magdalena Sánchez, que los reciba- recuerda que estas circunstancias son especialmente preocupanes ahora, dada la llegada de menores inmigrantes que se espera en verano.