Seguridad

Denunciado un autobús por no llevar cristal en la luna trasera

  • En su lugar había un fino papel de madera que no cumple "la más mínima norma de seguridad" para el transporte de niños, según informaba la Guardia Civil.

La Guardia Civil ha formulado denuncia por una "grave deficiencia" detectada en un autobús escolar de Granada, cuya luna trasera era un fino papel de madera que no cumple "la más mínima medida de seguridad" en el transporte de niños.

Agentes del equipo de Transportes de la Guardia Civil de Tráfico han inspeccionado esta mañana el autobús para comprobar si cumplía los requisitos exigidos a este tipo de transportes después de recibir quejas de los padres por el mal estado del vehículo, que a diario transporta a los niños hasta un colegio de Granada capital.

El autobús ha sido interceptado por los agentes sobre las 7.50 horas de hoy en la calle Gobernador Pedro Temboury de Granada cuando se dirigía al colegio con los niños que había recogido hasta esa hora, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

La luna trasera del autobús, de 15 años de antigüedad, era "un fino y frágil panel de madera cogido al chasis con unos remaches", lo que según la Guardia Civil supone un peligro para los viajeros porque "el más mínimo empujón" puede romperlo, de ahí que los agentes solicitaran a los niños de los asientos traseros que se sentaran más adelante.

A requerimiento de los agentes, el conductor mostró el permiso de conducir y la autorización para la realización de servicio escolar, si bien no llevaba consigo ni el seguro obligatorio, ni la ficha técnica ni la tarjeta de transportes.

No obstante, la Guardia Civil ha comprobado en su base de datos que la empresa a la que pertenece el autobús sí posee esa documentación.

Aunque los agentes valoraron la posibilidad de inmovilizar el autobús, para no perjudicar a los niños a esa temprana hora de la mañana permitieron finalmente al conductor continuar hasta el colegio tras advertirle de que ese vehículo no puede transportar a escolares hasta que se solucionen las deficiencias que presenta.

La Guardia Civil sospecha que como el autobús tiene quince años y es el último año que se puede dedicar al transporte, la empresa ha intentado "capear el problema" de la luna trasera rota con un panel de madera porque le sale más barato que arreglarlo, "aunque esto no sea legal y pueda poner en peligro la integridad de los niños".

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