Varios operarios comenzaron ayer en torno a las 0:00 las obras de demolición del Hotel Montecarlo, la edificación situada en la Acera del Darro, considerada durante años la primera vivienda de la familia de Lorca en Granada. Sin embargo, una investigación realizada por técnicos de Cultura de la Junta de Andalucía demostró el pasado mes de julio que el poeta nunca vivió allí. Fue así como se dio luz verde, definitivamente, al derribo de un edificio histórico y singular que muchos, independientemente de que haya sido vivienda del poeta granadino o no, desearon proteger. Sin embargo, finalmente no ha sido posible.

Hacia las tres de la mañana las máquinas ya se encontraban en el interior de la fachada principal del hotel. Un operario subido a una grúa se encargó de refrescar en todo momento el ambiente con una manguera para evitar una nube de polvo fruto de la caída del cascajo. Mientras tanto, otra una pinza de demolición de grandes dimensiones se encargó de abrir camino para tirar este edificio. En principio los trabajadores tenían permiso hasta las 6:00 y habían sido autorizados durante la noche -a pesar del ruido- para evitar un caos en tráfico de la calle, una de las más arterias más importantes de la capital.

A pesar de que las obras se produjeron a altas horas de la madrugada, decenas de viandantes curiosos se quedaron paralizados ante el hotel al ver cómo trozos de piedra, madera, yeso y cristales caían en cascada sobre la acera. Hubo opiniones de todo tipo. Había a quien le parecía bien la idea de renovar la construcción que un futuro será el Nuevo Hotel Montecarlo mientras que otros se preguntaban si no se podría haber conservado el edificio. Esta última opción ya no será posible.

Uno de los operarios relató ayer que el interior del edificio se encontraba en muy mal estado, repleto de humedades, que afectaban especialmente a las maderas, y heces de paloma.