Los autobuses metropolitanos de Granada vuelven a funcionar con normalidad este viernes después de que ayer por la tarde los sindicatos implicados en la negociación del convenio colectivo y la Federación Andaluza Empresarial de Transporte en Autobús (Fandabus) llegaran a un acuerdo. Desde entonces la huelga que CGT convocó este jueves de un paro de horas quedaba sin efecto.

Según fuentes del sindicato convocante de estos paros, en la tarde de ayer se llegó a un acuerdo entre todas las partes implicadas gracias a la negociación con el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla).

En dicho acuerdo se garantiza la igual representación de los cuatro sindicatos presentes en el servicio en la mesa de negociación del próximo convenio colectivo, independientemente del número de delegados con el que cuente cada plataforma. Las otras tres organizaciones con representación entre la plantilla son CCOO, UGT y el sindicato de funcionarios CSIF. Además, se garantiza que los acuerdos a los que se lleguen en estas negociaciones tendrán que ser confirmados por las asambleas de trabajadores.

Así, CGT desconvocaba una huelga en los autobuses interurbanos que comenzaba el pasado día 23 a las 6:00 horas con un nuevo paro completo de un día. Aunque, eso sí, se mantenían los servicios mínimos del 30%, uno de los puntos que no convencía al sindicato, que lo calificó entonces como "excesivo" al "no ser un servicio esencial". 

Desde CGT han agradecido a los usuarios del transporte interurbano de autobús por su "paciencia" durante estas jornadas, y han pedido nuevamente que sus reivindicaciones sean tenidas en cuenta.

Problemas de representatividad

Desde la Federación Andaluza Empresarial de Transporte de Autobús (Fandabus) se han emitido varios comunicados en el periodo de tiempo que han durado estas protestas acusando a CGT, único sindicato convocante de las movilizaciones, de continuar con el bloqueo por "los problemas surgidos en relación a la representatividad de la mesa por la parte social", en referencia a la demanda interpuesta por la organización ante el Supremo contra la patronal. En dicho texto se afirmaba también la intención expresa de la empresa de volver a sentarse una vez se retire la demanda. 

Fuentes de CGT consultadas por este medio negaron entonces esta situación y aseguraron que "es completamente lícito" iniciar un proceso de negociación con la reclamación vigente, a la vez que aseguraron que, igual que la patronal, su intención era desbloquear una situación "que no era buena para nadie". 

Desde el sindicato aseguraron que estaban conformes con el preacuerdo con el que se llegó al Sercla, y que no tenían inconveniente en seguir el camino empezado por ese acuerdo inicial, pero que la falta de entendimiento entre las distintas partes sentadas a la mesa llevó a un desacuerdo que, a su vez, condujo a la situación ahora ya solucionada.