La Policía Nacional, en colaboración con la Guardia Civil, detuvo ayer en Granada a un hombre de 44 años, de iniciales E.M.M, acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa, por disparar, supuestamente, con una escopeta de caza contra el domicilio de su hijo.

Los hechos se produjeron a las 05.40 de la pasada madrugada, momento en el que E.M.M se trasladó desde su casa, en la localidad de Nívar, hasta el domicilio que su hijo tiene en la Plaza Merced Alta en el barrio de Almanjáyar.

Una vez en el lugar de los hechos y con una escopeta de caza de la marca Franchi disparó contra dos de las ventanas del domicilio del joven, tras lo cual volvió a su vivienda en Nívar, según informó el Cuerpo Armado.

Fue la propia víctima quien alertó de los hechos llamando al 091 que, inmediatamente se coordinó con la Guardia Civil y envió una dotación de agentes al domicilio del autor de los disparos, donde se procedió a su detención y a la intervención de la escopeta referida, así como de otras tres armas de caza que el reseñado guardaba en su domicilio, todas ellas con la documentación en regla.

Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía desplazados al lugar de los hechos pudieron comprobar cómo desde la fachada del domicilio se apreciaban las señales de los disparos de unos veinte centímetros de diámetro cada uno en dos ventanas del domicilio, así como restos de perdigones en las habitaciones afectadas.

La investigación por parte del grupo de Homicidios continúa abierta mientras el autor de los disparos, que carece de antecedentes penales, se encuentra en dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial.

Por otro lado, el Grupo de Homicidios procedió durante la madrugada del lunes a la detención de dos jóvenes a los que se le imputa un supuesto delito de lesiones graves.

Se les acusa de embestir con el vehículo que conducían contra un hombre, propietario de un establecimiento en la Calle Pedro Antonio de Alarcón, como represalia por llamarles la atención al molestar a unas chicas.

El accidentado, que se encuentra ingresado con politraumatismos, fue arrastrado y arremetido varias veces con el capó del vehículo, a pesar de los intentos de evitar el atropello por parte de un testigo que introdujo el brazo por la ventanilla del conductor para llegar al volante, momento en el que uno de los acusados le produjo el corte desde el antebrazo hasta la mano, por el que continúa hospitalizado.

Ambos acusados se encuentran en dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial.