Aromas y sabores
  • El trabajo femenino en el mundo agrario es determinante para un mundo en el que se intenta erradicar el hambre y la pobreza

Día Internacional de las mujeres rurales

Mujeres, en plena vendimia Mujeres, en plena vendimia

Mujeres, en plena vendimia

Escrito por

Margarita Lozano

CONSEGUIR la igualdad de género y dar más poder a las mujeres no solo es lo correcto, sino que es un ingrediente fundamental en la lucha contra la pobreza extrema, el hambre y la desnutrición. Por ello, la ONU declaró el 15 de octubre el Día Internacional de las Mujeres Rurales, que se celebró el pasado viernes.

En promedio, las mujeres representan algo más del 40% de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo, pudiendo llegar a más del 50% en determinadas partes de África y Asia. Sin embargo, se enfrentan a una discriminación significativa en lo que respecta a la propiedad de la tierra y el ganado, la igualdad de remuneración, la participación en la toma de decisiones de entidades como las cooperativas agrarias, y el acceso a recursos, crédito y mercado para que sus explotaciones y granjas prosperen. Todo ello se traduce no solo en el empeoramiento de su calidad de vida, sino en un obstáculo mundial para acabar con la pobreza y el hambre ya que, si las mujeres tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos, la producción agrícola en los países en desarrollo aumentaría entre 2,5 y 4% y el número de personas desnutridas en el mundo disminuiría aproximadamente entre un 12% y un 17% (FAO, 2011).

Este Día Internacional, bajo el tema 'Las mujeres rurales cultivan alimentos de calidad para todas las personas', hay que apreciar la labor de estas heroínas en la lucha contra el hambre, tal cual marca el reto 2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Hambre Cero), y reivindica unas zonas rurales en las que estas agricultoras y ganaderas, muchas de ellas parte de la economía informal y simultáneamente mantenedoras de sus hogares, puedan contar con las mismas oportunidades que los hombres. 

La inestimable contribución de las mujeres rurales al desarrollo

Las mujeres rurales –una cuarta parte de la población mundial– trabajan como agricultoras, asalariadas y empresarias. Labran la tierra y plantan las semillas que alimentan naciones enteras. Además, garantizan la seguridad alimentaria de sus poblaciones y ayudan a preparar a sus comunidades frente al cambio climático. Sin embargo, como señala ONU Mujeres, las campesinas sufren de manera desproporcionada los múltiples aspectos de la pobreza y pese a ser tan productivas y buenas gestoras como sus homólogos masculinos, no disponen del mismo acceso a la tierra, créditos, materiales agrícolas, mercados o cadenas de productos cultivados de alto valor. Tampoco disfrutan de un acceso equitativo a servicios públicos, como la educación y la asistencia sanitaria, ni a infraestructuras, como el agua y saneamiento.

Las barreras estructurales y las normas sociales discriminatorias continúan limitando el poder de las mujeres rurales en la participación política dentro de sus comunidades y hogares. Su labor es invisible y muchas veces no remunerada, a pesar de que las tareas aumentan y se endurecen debido a la migración de los hombres. Mundialmente, con pocas excepciones, todos los indicadores de género y desarrollo muestran que las campesinas se encuentran en peores condiciones que los hombres del campo y que las mujeres urbanas. Actualmente, menos del 20% de los propietarios de tierras en todo el mundo son mujeres. Reducir la brecha en las tasas de participación de la fuerza laboral entre hombres y mujeres en un 25% para el año 2025 podría aumentar el PIB mundial en un 3,9%.

El mundo del vino

Aunque a priori puede parecer que el mundo del vino ha sido tradicionalmente dirigido por hombres, lo cierto es que muchas mujeres han conseguido grandes hitos en la viticultura. En este sentido, buscar referentes femeninos no supone un gran esfuerzo. Aunque bien es cierto que siempre el papel de la mujer siempre ha estado desdibujado, en este y otros muchos sentidos. Encontramos varios casos de mujeres influyentes.

Mujeres vendimiando a principios de siglo XX Mujeres vendimiando a principios de siglo XX

Mujeres vendimiando a principios de siglo XX

La primera mujer que quiero mencionar es Nicole Barbe Ponsardín. Tras la muerte de su marido, mejoró el método champenoise utilizado por el monje Dom Pierre Perignon. A principios del siglo XIX, esta mujer ideó el degüelle como método para quitar los restos fermentativos que quedaban depositados en las botellas y puso el champagne Veuve Clicquot Ponsardin entra uno de los más famosos y prestigiosos del mundo. Fue tal el éxito de su idea, que actualmente se sigue utilizando.

Por otra parte, Jeanne Alexandrine Pommery fue una gran influyente del champagne. Promovió el consumo de los champagnes brut (sin azúcares añadidos). También encontramos grandes bodegas lideradas por mujeres. Es el caso de Mouton Rotchild o Chateau Margaux en Burdeos.

En el programa radiofónico Hoy por Hoy Valdepeñas, se quiere mantener viva la tradición oral y las costumbres de la ciudad manchega del vino, a través de la sección 'Lo que me contaron los abuelos', en la que, cada semana, el presidente de Raigambre Valdepeñas, Luis Miguel Ferrero, rescata las anécdotas y curiosidades que se han transmitido de generación en generación. Por ejemplo, Ferrero da a conocer diversas anécdotas de las campañas de vendimia en épocas pasadas. En esta línea, en una de las emisiones matizó que hasta la década de los 40-50, el trabajo de vendimian en las viñas era, sobre todo, de mujeres y niños. No obstante, los puestos de responsabilidad estaban ostentados por hombres. También, recordaba que, incluso, había mujeres que parían a sus hijos entre las viñas y, a las pocas horas, continuaban con su trabajo de vendimia. 

Y no podemos olvidar que durante la Guerra Civil española y el periodo de postguerra, en la retaguardia se hicieron cargo, en soledad, de un país medio invadido. Un país con la mitad de la población en el frente. Y con cientos de miles de refugiados que habían huido del avance de los golpistas por la España invadida y que necesitaron de refugio y alimento. Y además  tenían el deber de generar la ingente cantidad de recursos que la guerra consumía. En la viña y la producción de vino, necesitaban la cosecha para vivir y salvaron muchas de ellas, durante muchos años, a lo largo y ancho de los viñedos españoles, mientras los hombres luchaban, a veces, muy lejos de sus hogares y sus tierras. Así las cosas ocuparon las producciones agrícolas y fabriles para hacer funcionar al país. Pero además se hicieron cargo de la producción de armamento, recursos y alimentos con los que se mantenía el frente. Además, dirigieron las instituciones y el aparato productivo.

El Día Internacional de las Mujeres Rurales quiere homenajear el "trabajo y la dedicación de las mujeres, no siempre visibilizado".

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