realejo Dos personas mayores de 71 y 80 años salvan su vida gracias a un héroe anónimo

"Es un Dios para nosotros"

  • Dos ancianos del Realejo son rescatados de un incendio por un 'sin techo' que, debido a su heroicidad, pierde la posibilidad de dormir en una casa de acogida

José Cobos García, de 80 años, y Magdalena Urbano Pérez, de 71, tiene un ángel de la guarda. Se llama Juan José González Piqueras y el pasado lunes les salvó la vida. Según informo el periódico digital GranadaiMedia, a las 20:00 horas, un incendio en un bloque de la calle Cruelías del Realejo alarmó a los vecinos del barrio. José Juan, un 'sin techo'. reconocido como el héroe del Realejo, se adentró en el bloque en llamas para rescatar a los dos ancianos que se encontraban totalmente adormilados y que, a su juicio, "si no es por mí, hoy no siguen con vida".

"Lo hice sin pensármelo dos veces y lo volvería a hacer" asegura Juan José, y afirma que tras los gritos de la gente que avisaban de la situación no dudó en golpear la puerta y rescatarles.

Dos son las consecuencias de la heroicidad de este muchacho de 41 años y natural de Andújar. Por un lado, un esguince de muñeca provocado por el traslado de Magdalena a un bar del barrio y que miembros de la Cruz Roja tuvieron que vendar. Por otro, que se quedó sin cama en el centro de acogida Madre de Dios donde suele dormir lo que le obligó ayer y esta misma noche, tuvo que hacerlo en un banco de la plaza Carlos Cano.

"Juan José es un Dios para nosotros" explica Magdalena con la voz entrecortada. Al leer los labios de su mujer con estas declaraciones, José Cobos, a pesar de padecer sordera, sabe bien el motivo de esta entrevista y no está dispuesto a callar su opinión. "No pasé miedo porque sabía que un hombre me estaba ayudando", añade el anciano que, a pesar de su sensible estado de salud, sabe perfectamente que su vida corrió peligro.

"Nosotros, porque estábamos en el hospital y no éramos conscientes de la realidad de José Juan, sino le hubiese ofrecido hasta mi cama", aclara la afectada quien dice encontrarse en un estado anímico bastante afectado y "muy herida" como consecuencia del paso de los años.

"Al escuchar la palabra fuego me muero de miedo y deseo que todo el mundo que sufra un accidente de este tipo tenga cerca a un muchacho así" defiende Magdalena muy segura de sus palabras.

Así, Juan José, quien cuenta con el curso de primeros auxilios y socorro que, aparentemente, hasta el día de hoy no lo habían servido para nada, podrá contar que un día fue héroe de un barrio de Granada y que dos ancianos pudieron seguir disfrutando de la vida gracias a él. Sin embargo, sin dejar la realidad de lado, José tendrá que seguir luchando por encontrar un sitio en el que poder dormir diariamente.

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