Dos entradas diferenciadas, citas espaciadas, vestuarios cerrados. Desinfección de ropa, calzado y toma de la temperatura. El Conservatorio Profesional de Danza Reina Sofía de Granada ya ha entrado en la 'nueva normalidad'. A lo largo de la semana el centro ha albergado las pruebas de acceso de cara al curso que viene, unas evaluaciones previas que, lógicamente, han sido presenciales. Hasta el Reina Sofía han asistido en estos días docentes, personal de administración y de limpieza. Y también aspirantes y familiares. 

Sólo para el acceso a las enseñanzas básicas se han programado casi 90 pruebas para otros tanto aspirantes. Éstas constan de una parte práctica y un reconocimiento médico. Se citó a los aspirantes - con edades a partir de los 8 años- con intervalos que evitaran posibles aglomeraciones o incluso corrillos. Debían venir de casa con todo lo necesario para hacer la prueba (agua, toalla, vestidos para la evaluación) y acceder por uno de los dos accesos. Las familias debían esperar fuera.

Pese a que el número de aspirantes se ha resentido levemente con respecto al pasado año (cuando fueron unos 120) las cuatro unidades de Básico se mantendrán el próximo curso, un año académico que se prevé marcado por el coronavirus y que por ello se prepara desde ya para garantizar la seguridad del alumnado.

Aspirantes en una de las aulas.

Además de las pruebas de Básico, se han realizado las de Profesional en las disciplinas de Clásica, Española, Baile Flamenco y Contemporánea, otro centenar de evaluaciones previas al proceso de matrícula. Para mantener la distancia de seguridad se estableció otra entrada para estos aspirantes. Los pasillos, marcados con vinilos, marcan las rutas a seguir, tanto a para acceder como para salir. Todo ello hizo que el proceso se alargara y se tuvieran que reajustar los tiempos de la evaluación. "Son pruebas más cortas y más básicas, porque también hay que tener en cuenta que llevan tres meses sin bailar", apostilla la directora, que también recuerda la dificultad de mantener la docencia on line en unas enseñanzas que son totalmente prácticas.

El proceso seguirá con el ritmo que marca el calendario fijado por la Consejería de Educación y Deporte. En la próxima semana, listados de calificaciones, procedimiento de reclamaciones, listados definitivos y matrícula. En septiembre realizarán las pruebas de quienes se quieran matricular en los cursos sucesivos a primero, otra prueba de fuego para la que contarán con la experiencia adquirida en esta semana. "La preparación ha sido estresante", reconoce la Fernández-Casamayor. "Pero también ha sido gratificante la respuesta de los compañeros y de las familias. Y eso es de agradecer".

Desinfección de pies a la entrada.

Pese a la satisfacción que deja el trabajo realizado, el equipo directivo reconoce que han sido semanas muy duras. "Sin tener ni idea" han tenido que establecer cómo se harían estas pruebas, reconoce la vicedirectora del Reina Sofía, Tania Ambrosio. "Cuando comenzamos a prepararlo estábamos en fase 1", y era difícil aventurar cómo sería la evolución de Granada dentro del plan de desescalada. Por ello se optó por tener el máximo cuidado y tomar todas las precauciones. A las familias se les dio información de cómo era el protocolo por escrito y también se realizó un vídeo explicativo sobre cómo acceder y las medidas dispuestas por el centro.

Las pruebas se han adaptado a las medidas de seguridad.

Todo este trabajo de adaptar el centro, comprar los materiales e informar a las familias se solapó con el propio proceso administrativo de solicitud de plaza, un trámite que por primera vez se ha podido hacer de forma telemática en el Reina Sofía. Lo ajustado de los plazos antes de las pruebas prácticas obligó al centro a trabajar sin descanso en la semana previa a los días de pruebas prácticas. Una carrera a la que todavía le quedan metros antes de llegar a la meta y que deja sobre la mesa el debate de cómo afrontarán los centros el mes de septiembre.