Inmerso en precampaña, el candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, propuso la creación de un contrato de integración para inmigrantes para "cumplir las leyes, respetar las costumbres, aprender la lengua, pagar sus impuestos y regresar a su país si no logran empleo", entre otras cosas. Sin embargo, el presidente de Granada Acoge, José Sánchez, defendió ayer que ese tipo de contratos se están haciendo en otros países europeos "a la segunda o tercera generación de inmigrantes, que ya son ciudadanos".

Por ello, Sánchez abogó por el "proceso de integración escolar". "Los padres miden su éxito en virtud del éxito de sus hijos", defendió el presidente de Granada Acoge. Si bien ya se ha pasado la primera fase de integración socioeconómica, es ahora el momento de apostar por esa integración en las escuelas para "que los conflictos sean los menos posibles", en comparación con los países del entorno.

De hecho, se ha comparado el modelo de contrato propuesto por Rajoy con el supuesto francés, "donde llevan medio siglo de proyecto migratorio y los problemas que se dan ahora son con la tercera generación". "Los conflictos con la primera generación de inmigrantes son más socioeconómicos que de integración", apunta .

Es más, Sánchez apunta que "gran parte de los extranjeros no comunitarios que residen en Granada son iberoamericanos", en cuyo caso "no tendrían problemas con la lengua o incluso con las costumbres" españolas.

Por otra parte, el abogado especialista en inmigración Vicente Marín señaló que el "nivel de integración de los inmigrantes que llegan a España y a Granada es bastante alto" una vez se establecen en el país.

"Los que no están tan integrados -añadió Marín-, quizás, sean los ciudadanos comunitarios", colectivo, precisamente, al que no se le podría hacer firmar el contrato que propuso el candidato popular a la presidencia del Gobierno "porque supondría una vulneración del derecho comunitario" vigente.