La reunión que mantuvo el pasado martes la Diputación de Granada con Fomento de Construcciones y Contratas no desembocó en un acuerdo sobre el conflicto laboral que sufren los trabajadores de los vertederos y plantas de tratamiento de la provincia desde hace treinta y tres días.

No obstante, el responsable de producción de la empresa, Javier Irigoyen, aclaró que FCC está en continuo contacto con Diputación y que "habrá que reunirse cuanto sea necesario para acabar con el paro".

El encuentro, que finalizó en torno a las 01.00 horas de la madrugada de ayer, pretendía acercar las posiciones entre el ente provincial y la empresa, el último aspecto que mantiene la huelga activa.

Irigoyen, insistió en que la empresa no puede hacerse cargo de la subida salarial sin que el consorcio provincial de Residuos Sólidos Urbanos (Resur) -dependiente de Diputación- incremente a su vez las tarifas a la empresa. "Quieren adelantar la aplicación del convenio -pues según FCC las nuevas tablas salariales entrarían en vigor cuando terminara el contrato de concesión- pero no se hacen cargo de la misma", alegó Irigoyen.

Por su parte, Diputación -que horas antes se había reunido con los trabajadores de los vertederos- reiteró que se trata de un conflicto entre trabajadores y empresa y destacó que su labor sigue siendo de mera mediadora.

Pese a que ambas reuniones fueron entre el órgano supramunicipal y una de las partes afectadas en la huelga, Irigoyen matizó que se trata de "conversaciones a tres bandas", puesto que los trabajadores también han exigido mejoras que no recogía el convenio provincial.

En este sentido, los puntos más importantes de las reclamaciones se centran en la subida salarial por la aplicación de las tablas del convenio provincial y la negociación del plus de toxicidad y transporte.

Mientras, los trabajadores continúan encerrados en la sede de Diputación de Granada, de la que no saldrán, según aseguró el responsable de Actividades Diversas, Rafael Hueso, hasta que no se llegue a un acuerdo.