Granada

Escenarios de guerra

  • Trincheras, nidos de ametralladoras, refugios, puestos de mando y de tiro… numerosos restos de la 'guerra civil' forman parte de un interesante itinerario por las cumbres.

La Sierra Nevada occidental granadina estuvo partida en dos por la línea del frente de guerra que se extendía por el norte hasta conectar con la vecina Sierra de la Alfaguara y por el sur hasta la costa. El Pico del Mulhacén fue enclave republicano durante los tres años que duró la contienda mientras que el Veleta, por su parte, fue 'zona nacional' gran parte del tiempo.

El frente de Sierra Nevada fue secundario ya que ambos ejércitos se concentraron en la toma (o defensa) de Madrid, y en las batallas de Cataluña y Levante. En todo caso, sí tuvo una gran importancia estratégica, y se mantuvo la pugna en la línea divisoria durante toda la guerra, con diferentes avances y retrocesos esporádicos, lo que provocó la realización de numerosas construcciones o el aprovechamiento de las existentes por parte de las tropas de ambos bandos.

Aún quedan numerosos testimonios que nos informan de las circunstancias en las que se libró la guerra. La mayor parte de esas construcciones se encuentran en estado ruinoso por el paso del tiempo aunque aún así, nos pueden dar una idea de cómo fueron aquellos años en esta zona de alta montaña y de las penalidades que sufrieron, guerra aparte, aquellos soldados en las duras condiciones de la Sierra, aislados y con precarias comunicaciones. En invierno, mal equipados, soportando la nieve, el frío y las ventiscas; en verano, por el contrario, castigados por el calor y la fuerte radiación solar, en una zona sin arbolado que les protegiera, la guerra debió de hacerse larga y penosa.

Aún se habla en muchos pueblos de las penurias que pasaban los soldados en la Sierra, destacando lo que sufrieron los 'moros' regulares de Ceuta que lucharon en el bando de los sublevados en las lomas de Cáñar y Soportújar, acostumbrados a otras condiciones muy diferentes, o las que pasaron los soldados de la XIII Brigada Internacional del Ejército Republicano, la mayor parte procedentes del norte de Europa, que tuvieron que ser retirados de Sierra Nevada por las duras condiciones que soportaron durante el invierno del 37.

La alimentación se basaba en el ganado requisado por los pueblos y cortijadas, y en una considerable proporción, en conservas. Dando una vuelta por los alrededores de los principales escenarios de la guerra es fácil encontrar antiguas latas de sardinas, de carne asada o de leche condensada, de diversa procedencia: portuguesa, argentina o española. Se cuenta que los soldados, conocedores de la existencia de las famosas 'papas de la sierra' enterradas en hoyos, las buscaban de noche y que alguna vez coincidieron soldados de los dos bandos en el mismo hoyo, y se repartieron el 'botín' sin mayores consecuencias.

Los numerosos restos existentes de construcciones revelan el importante contingente humano que estuvo presente en la Sierra durante la guerra. La mayor parte de esas construcciones se realizaban a base de 'lajas' recogidas en la zona aunque se pueden observar en algunos lugares restos de ladrillos de arcilla así como placas de fibrocemento para la techumbre.

El perímetro de la posición estaba rodeado de alambradas, de las que ya no quedan ningún resto, probablemente debido a su valor en los años de la posguerra; esta misma causa provocó la desaparición de las cubiertas de muchas edificaciones, especialmente en los lugares más accesibles.

Las trincheras eran excavadas sobre el terreno cuando este lo permitía; en otras ocasiones eran realizadas a base de muretes de lajas y sacos terreros.

Las construcciones que han resistido y que todavía podemos observar son muy variadas: trincheras, refugios subterráneos, observatorios, puestos de tirador, 'casamatas', parapetos, muretes de piedra, etc. En algunos puntos se observa como las rocas existentes en el lugar sirvieron de parapeto natural, en otras ocasiones se utilizaron cortijos, refugios forestales y otros edificios ya existentes, como las instalaciones utilizadas en el Mulhacén para el enlace geodésico entre Europa y África en 1879.

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