Infraestructuras

La Estación de trenes de Granada se queda pequeña: obras de urgencia desde ya y durante dos años

Trenes AVE, Avant y MD en la estación de Granada

Trenes AVE, Avant y MD en la estación de Granada / J. J. Medina

"AVE sí, pero no así" era uno de los lemas de guerra de las plataformas ferroviarias y de la Marea Amarilla cuando el Gobierno, entonces del PP, remoloneaba y hacía encaje de bolillos en los presupuestos para terminar de una vez por todas el AVE a Granada. Era caro y aún no se había salido de la crisis financiera de 2008 y había que tirar de inventiva. De aquellos barros estos lodos y en la actualidad la Alta Velocidad llegó a la provincia pero con muchos 'peros' que resolver. De todos conocidos, la Variante de Loja, pero también subyacen otros como el debate de la estación de trenes. Una cosa es si se queda donde está o si se manda a la Huerta del Rasillo, que es otro debate, y otra muy distinta es que, dentro de la celeridad con la que al final se tomaron las decisiones (no que se hicieran las obras), la estación de Granada que tenía que recibir a los AVE también fuera provisional. Desde el primer día se pudo saber que la terminal se quedaba pequeña y ahora, en previsión además de que aumenten los tráficos en el medio plazo, Adif sabe que tiene que acometer nuevas obras y de urgencia.

En concreto lo que se tiene que ampliar es la zona de viajeros, actualmente limitada entre los locales dedicados al alquiler de vehículos y la cristalera que da acceso a los andenes. Es precisamente en estos espacios donde ser estudia, según Adif, una "actuación a corto plazo de reordenación" para este lugar que será, de facto, una "ampliación del edificio de la estación de Granada". Su finalidad es "solventar los problemas de capacidad y gestión de viajeros actuales" en el escenario de once tráficos diarios en Andaluces. Esta ampliación es básicamente retirar la actual cristalera de acceso a los andenes para colocarla justo delante de las toperas de las vías, ganando así varios metros más de anchura para la recepción de pasajeros tanto para salidas como para llegadas. Además, se cambiará el uso de los locales actualmente dedicados al alquiler de coches, que pasarán a ser salas de zona de espera.

De esta forma prácticamente todo el nuevo edificio de la estación de Granada que se construyó para la llegada del AVE pasa así a ser edificio de viajeros. El espacio 'ganado' al andén transversal se acondicionará como zona de embarque aunque los escáneres, según los esquemas de Adif, se mantendrían en su sitio y las colas podrán ampliar el paso en serpentina. Lo que se pasa a protegerse es la zona tras las toperas, por lo que las esperas para el check-in de los billetes estará protegida del frío, el calor y la lluvia, según las condiciones meteorológicas.

Tan solo se 'salva' el local cafetería, que se queda donde está. Los locales de alquiler de coches se trasladan al antiguo edificio ocupando tres espacios distintos, dos de ellos en el vestíbulo que antes del AVE servía como sala de espera de la estación, que aun así conservará un espacio aun sin alquilar. En su momento se especuló del interés de instalar un pequeño supermercado. También se mantienen en el mismo lugar los Espacios de Renfe y de información de Adif, y espera aún uso el gabinete sanitario, el inmueble independiente del antiguo edificio que está pegado al parking.

Desde la reinauguración de la terminal en 2019, Adif no ha hecho más que invertir pequeños contratos para la mejora de la estación. De un lado modificó la altura de uno de los andenes para adaptarlo a las medidas de los nuevos trenes, se construyó el nuevo parking paralelo a la calle Halcón, y se instaló un nuevo tanque de combustible diésel que sustituye al que hay en las cocheras de la Avenida Cruz del Sur.

Otra actuación pendiente y que se tiene que abordar en el medio plazo en la estación afecta ya a aspectos más técnicos y de operatividad de trenes. Adif está planteando electrificar las vías 8 y 9 de la estación, las situadas de forma más externa en la playa de vías y cercanas a la tapia del Campus Universitario de Fuentenueva. Su uso quedará exclusivamente reservado al estacionamiento de las diferentes composiciones que lleguen a Granada.

Es una obra más importante de lo que parece. En el escenario planteado para solo dentro de dos años los tráficos aumentan en la estación de Granada de once a dieciocho por sentido y día. Incluyendo ocho circulaciones AVE con Madrid (cuatro por sentido), cuatro a Barcelona (dos por sentido), cuatro con Almería y Madrid (dos por sentido), doce con Málaga (seis por sentido), y manteniendo las ocho actuales con Sevilla (cuatro por sentido). Esto deja las vías de Granada útiles con una capacidad muy limitada, ya que solo cuatro pueden estacionar trenes de ancho estándar. En un contexto de aumento de servicios como el que se espera, debe haber vías de sobra para aparcar los trenes fuera de las vías que tienen andén de viajeros, que es donde actualmente 'reposan' todos los trenes que llegan a Andaluces. Además, la vía 2 queda completamente inutilizada para esta labor puesto que es solo de ancho ibérico y los trenes que lleguen a la ciudad son todos de trecho internacional.

Esto se da porque para el horizonte 2022 se espera un aumento de usuarios con Almería cuando se ponga en marcha el cambiador de ancho, además de la inauguración de la estación de Antequera-Ciudad, que pondrá en poco más de media hora la capital antequerana de Granada, durante este año. Para 2024, aparte de estas mejoras, ya se espera que esté instalada la doble vía en toda la línea de Alta Velocidad (salvo en el tramo de Loja), lo que aumentará los tráficos casi doblándolos.

Y todo esto teniendo en cuenta que ya la propia Adif avanza que para el horizonte 2030-2050, cuando estén culminadas las obras del Corredor Mediterráneo, se requerirá de un nuevo edificio de viajeros con nuevos accesos para la prognosis de 28 tráficos al día. Incluso abre a un debate de ciudad mantener la ubicación de la terminal o trasladarla, aunque Adif y el Gobierno se lavan las manos y lo dejan todo a un debate municipal. Y ya el PSOE ha planteado llevarla a la Huerta del Rasillo. Pero vamos, que si los plazos se cumplen y en 2030 ha de haber una nueva estación de trenes en Granada, todo lo invertido años atrás es casi tirar dinero por un sumidero. Once años después de su inauguración, nada valdría. Lo que pasada por hacer las cosas con mal y con bullas.

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