La Guardia Civil ha detenido a dos personas acusadas de estafar más de 6.000 euros a empresas de suministros eléctricos de Granada, para lo que se hicieron pasar por empleados de las firmas para retirar, a crédito, cable de cobre pelado.

Los hombres, de 38 y 49 años y con antecedentes policiales por delitos similares, como presuntos autores de un delito continuado de estafa y otro delito de usurpación. Los arrestados se hicieron pasar por empleados de una empresa de montajes eléctricos y acudieron a cuatro empresas de suministros del área metropolitana de Granada para retirar a crédito cable de cobre pelado valorado en más de 6.000 euros.

El cable de cobre lo vendían al peso inmediatamente después en una chatarrería de Granada cuyo propietario ha sido investigado por un delito de receptación.

La fase de investigación de esta operación comenzó el pasado 5 de marzo después de que una empresa de suministro de material eléctrico de Maracena denunciara que el 27 de febrero dos individuos retiraron cable de cobre valorado a nombre de otra empresa.

Se trataba de una firma a la que habitualmente suministran, y con la que nunca han tenido problemas de cobro, pero más tarde descubrieron que habían sido estafados. La Guardia Civil se hizo cargo de la investigación y averiguó que además de esta empresa, otras tres de Armilla, Granada y Peligros también habían sido estafadas por estos dos individuos.

Cuando la Guardia Civil consiguió identificar a los presuntos estafadores, los agentes recorrieron las empresas de suministro para mostrar a los empleados las fotografías de los sospechosos y para solicitarles que los llamaran para comprobar si alguno se presentaba en el establecimiento a retirar material.

Tras la llamada, los sospechosos acudieron a un establecimiento de Peligros y los empleados alertaron a la Guardia Civil, que los detuvo.

Los agentes averiguaron dónde habían vendido como chatarra el cable de cobre que habían conseguido y, ya en el lugar, comprobaron que el propietario se había deshecho del cobre y que no había cumplido con la obligación de consignar en el libro de registro ninguna de las entregas que los detenidos le habían hecho.