a pie de calle

Familias de acogida, un vínculo que va más allá de la sangre

  • Una veintena de niños necesitan una acogida de urgencia, temporal o permanente en Granada

  • Crean la plataforma AFA Crecer Juntos para defender los derechos de estos menores

La presidenta de la Asociación Aldaima junto a una de las familias de acogida

La presidenta de la Asociación Aldaima junto a una de las familias de acogida / G. H.

Llevo siete años siendo madre de acogida, y este es el décimo tercer niño", cuenta Lola Moreno. Por su casa han pasado niños desde recién nacidos, con varios meses, y hasta con cuatro años. "Cada pequeño es un mundo, y con cada uno se te va un trocito de tu corazón", relata Lola. Ella participa en la modalidad de urgencia, la cual tiene una duración de seis meses. Durante ese periodo se estudia la situación para darle una solución definitiva al problema, y mientras "la familia de acogida ofrece la atención necesaria al menor", comenta la presidenta de la Asociación Aldaima, Karima El Harchi. Además de esta categoría, también está la acogida temporal que consta de dos años máximo, y la permanente. "Esta última es, sobre todo, para niños mayores de siete años que necesitan una familia hasta cumplir los 18 años", explica la presidenta de Aldaima.

La asociación está haciendo un llamamiento por medio de campañas publicitarias, para que familias se sumen a este proyecto solidario. "Hay alrededor de 20 niños en la provincia que necesitan acogida", asegura la presidenta.

Los pequeños que no encuentran asilo, ingresan en un centro de protección. "Nosotros, las familias de acogida, le abrimos las puertas de nuestra casa y le dedicamos una atención más exclusiva", cuenta Lola, madre de acogida y miembro de la plataforma andaluza AFA Crecer Juntos, un programa que está formado por madres que luchan por los derechos de estos niños.

Actualmente, Lola tiene dos niños de acogida. "La mayor de cinco años ya es la tercera vez que entra en adopción", lamenta. Por ello, Aldaima y estas madres, protestan para que las administraciones agilicen el trámite y den a estos una solución lo antes posible y en buenas condiciones.

Las familias de acogida se encargan de darles la educación necesaria y el cariño que necesitan. En pocos meses van evolucionando, "ves que cosas que antes no hacían, ahora sí", relata Lola mientras enseña emocionada un vídeo del pequeño. "Fíjate, en su primer baño como lloraba, y ahora después de un mes, sonríe y disfruta jugando en la bañera", cuenta Lola.

Lola Moreno, además detener dos niños en acogida, tiene dos hijas biológicas. La mayor de ellas, también quiere ser madre de acogida. "Ella lo ha visto, lo ha vivido y lo ha disfrutado", asegura. María Lara es su otra hija. Ahora tiene 18 años, sin embargo, desde los 11 está viviendo esta experiencia. Recuerda la primera vez. Era una niña, "llegó sin saber andar con 3 años, y cuando se fue ya sabía andar, hablar y escribir", describe. Entre madre e hija, rememoran a todos los que han pasado por sus vidas. "Son como esponjas, y aprenden muy rápido", narra.

La presidenta de Aldaima, Karima El Harchi explica cómo ha cambiado la forma de ver este programa. "Hace años las familias de adopción veían a las de acogida como intrusas, y ahora se muestran muy agradecidas". Cuando llegan sus cumpleaños, las familias de estos niños mandan a Lola una foto de sus hijos junto a la tarta. "Me emociona ver que aún se acuerdan de mí".

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