¿Existe algún mecanismo de control policial o sanitario en el botellódromo cuando se producen concentraciones masivas de jóvenes? Es la pregunta que se ha hecho la Fiscalía de Menores, a raíz de la pelea protagonizada el pasado Halloween en el recinto, y tras los terribles hechos acaecidos en el Madrid Arena ese mismo día.

En declaraciones a este diario, el fiscal de Menores de Granada, Rogelio Muñoz Oya, confirmó que está "sopesando mandar un oficio a la Subdelegación del Gobierno y otro al Ayuntamiento de Granada", para conocer si en concentraciones juveniles similares a la de Halloween "es habitual o necesario adoptar este tipo de medidas de control o vigilancia", encaminadas a preservar la seguridad e integridad de los participantes. Al fiscal, como adelantó ayer el diario Ideal, le preocupa que se puedan producir en futuras aglomeraciones incidentes de gravedad, dado que, como recordó en citas de este tipo "se concentran miles de personas".

Por otro lado, con respecto a la batalla campal que tuvo lugar en el botellódromo, en la que hay implicados varios menores y adultos, el fiscal indicó que hoy se iniciarán las declaraciones de los chicos. La pelea multitudinaria ocurrió la noche de Halloween y se saldó con siete detenidos, cinco de ellos menores de edad, y cuatro heridos.